jueves, 21 de mayo de 2015

Un año de silencio

Retomo mi blog después de un año de ausencia. Un año de silencio que me ha servido para valorar esta herramienta como lo que es: un motivo para mantener la mano caliente y escribir, aunque sea por inercia.

Por mucho tiempo pensé en si valía la pena mantener el blog, pensé en cerrarlo definitivamente; ahora, puedo verlo con más claridad, porque en verdad necesito de esta tabla de salvación que es la rutina auto impuesta  de publicar por lo menos un post a la semana: la rutina a veces puede salvarnos la vida.

En lo personal, durante este año, he experimentado varias cosas.  He dejado temporalmente la literatura, y me he dedicado a otras actividades que me han llenado por igual; aunque siempre está ELLA, ahí, agazapada, sin reprocharme, como aquella novia incondicional que no me pide nada, y sin embargo me ha dado todo.  La amo: como no amar a la literatura, que incontablemente me ha salvado la vida.



2 comentarios:

MA dijo...


Bienvenido de nuevo amigo mío.
Quien tiene un blog,tiene un tesoro virtual.
Un abrazo.
MA.
El blog de MA.

Ronald Adolfo Orellana. dijo...

MA:
“Quién tiene un blog tiene un tesoro virtual” buena frase MA, nunca se me habría ocurrido, parafraseándola también sería un equivalente a: “Quien tiene un blog tiene una reliquia virtual”; y es que cualquiera puede sacarse una selfie, escribir cualquier estado, retuitiar cualquier cosa baladí, o subir a instagram cualquier foto insulsa, pero escribir un post, y mantener un blog enfocado en un tema específico no es cosa de todo el mundo.

Un abrazo querida amiga, gracias por comentar y por mantenerte fiel con la poesía.