lunes, 30 de noviembre de 2009

Plegaria

"Si mis plegarias no fueran a la Virgen, / sino a ti..." *

“Aunque tú me olvides, / Te pondré en un altar de veladoras, / Y en cada una pondré tu nombre, / Y cuidaré de tu alma. / Amen…” **

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[*] Caifanes, Quisiera Ser Alcohol. Álbum: El Nervio del Volcán, 1994 (Escuchar)
[**] Caifanes, Antes De Que Nos Olviden. Álbum: El Diablito, 1990 (Escuchar)

martes, 24 de noviembre de 2009

“TRISTES TRÓPICOS” Párrafos últimos (Lévi-Strauss)

El mundo comenzó sin el hombre y terminará sin él. Las instituciones, las costumbres y los usos, que yo habré inventariado en el transcurso de mi vida, son la eflorescencia pasajera de una creación en relación con la cual quizá no posean otro sentido que el de permitir a la humanidad cumplir allí su papel. Lejos de que ese papel le marque un lugar independiente, y de que el esfuerzo del hombre —aun condenado— consista en oponerse vanamente a una decadencia universal, aparece él mismo como una máquina, quizá más perfeccionada que las otras, que trabaja por la disgregación de un orden original y precipita una materia poderosamente organizada hacia una inercia siempre mayor, que un día será definitiva. Desde que comenzó a respirar y a alimentarse hasta la invención de los instrumentos termonucleares y atómicos, pasando por el descubrimiento del fuego —y salvo cuando se reproduce a sí mismo— el hombre no ha hecho nada más que disociar alegremente millares de estructuras para reducirlas a un estado donde ya no son susceptibles de integración. Sin duda, ha construido ciudades y ha cultivado campos; pero, cuando se piensa en ello, esas realizaciones son máquinas destinadas a producir inercia a un ritmo y en una proporción infinitamente más elevados que la cantidad de organización que implican. En cuanto a las creaciones del espíritu humano, su sentido sólo existe en relación con éste y se confundirán en el desorden cuando haya desaparecido. Así, la civilización, tomada en su conjunto, puede ser descrita como un mecanismo prodigiosamente complejo donde nos gustaría ver la oportunidad que nuestro universo tendría de sobrevivir si su función no fuera la de fabricar lo que los físicos llaman entropía, es decir, inercia. Cada palabra intercambiada, cada línea impresa, establece una comunicación entre dos interlocutores equilibrando un nivel que se caracterizaba antes por una diferencia en la información, y por lo tanto una organización mayor. Antes que “antropología” habría que escribir “entropología" como nombre de una disciplina dedicada a estudiar ese proceso de desintegración en sus manifestaciones más elevadas.
Sin embargo, existo. No ciertamente como individuo; pues ¿qué soy desde ese punto de vista, sino la postura, a cada instante cuestionada, de la lucha entre otra sociedad, formada por algunos millares de células nerviosas que se cobijan bajo el hormiguero del cráneo, y mi cuerpo, que les sirve de robot? Ni la psicología, ni la metafísica, ni el arte, pueden servirme de refugio, mitos pasibles ahora también en su interior de un nuevo tipo de sociología que nacerá algún día y que no será con ellos más benevolente que la otra. El yo no es digno sólo de odio: no hay distancia entre un nosotros y un nada. Y si opto finalmente por ese nosotros, aunque se reduzca a una apariencia, es que, a menos que me destruya —acto que suprimiría las condiciones de la opción—, no tenga más que una elección posible entre esa apariencia y nada. Ahora bien, basta con que elija para que, por esta misma elección, yo asuma sin reservas mi condición de hombre: liberándome por ello de un orgullo intelectual cuya vanidad mido por la de su objeto, acepto también subordinar sus pretensiones a las exigencias objetivas de la liberación de una multitud a quien se niegan siempre los medios para tal opción.
Si el individuo ya no está solo en el grupo y cada sociedad ya no está sola entre las cosas, el hombre no está solo en el universo. Cuando el arco iris de las culturas humanas termine de abismarse en el vacío perforado por nuestro furor, en tanto que estemos allí y que exista un mundo, ese arco tenue que nos une a lo inaccesible permanecerá, mostrando el camino inverso al de nuestra esclavitud, cuya contemplación —a falta de recorrerlo— procura al hombre el único favor que sabe merecer: suspender la marcha, retener el impulso que lo constriñe a obturar una tras otra las fisuras abiertas en el muro de la necesidad y acabar su obra al mismo tiempo que cierra su prisión; ese favor que toda sociedad codicia cualesquiera sean sus creencias, su régimen político y su nivel de civilización, donde ella ubica su descanso, su placer, su reposo y su libertad, oportunidad esencial para la vida, de desprenderse y que consiste en aprehender la esencia de lo que fue y continúa siendo más acá del pensamiento y más allá de la sociedad: en la contemplación de un mineral más bello que todas nuestras obras, en el perfume, más sabio que nuestros libros, respirado en el hueco de un lirio, o en el guiño cargado de paciencia, de serenidad y de perdón recíproco que un acuerdo involuntario permite a veces intercambiar con un gato.




Tomado de:
Lévi- Strauss, C (1988) “Tristes Trópicos” Ediciones Paidós Ibérica. Barcelona: España.
Imagen:
Rostro de Lévi-Strauss, con detalle del arte bakairi (Tejidos).

jueves, 19 de noviembre de 2009

LAS MUSAS

Eternas habitantes del monte Helicón. Desde él descendieron para otorgarle a Hesiodo el don de la Historia, cuando éste se encontraba en las cercanías de la montaña pastoreando su rebaño. Ellas, envueltas en sus élitros, exhortaron al pastor diciéndole estas palabras:
"—Pastores que pasáis la vida al aire libre, raza vil, que no sois más que vientres: nosotras sabemos decir numerosas, verosímiles ficciones; pero también, cuando nos place, sabemos ensalzar la verdad." *

Por eso Hesiodo inicia su Teogonía invocando el nombre de las Musas, aquellas engendradas por Zeus en el vientre de la diosa Mnemósine. **

Cada una tiene a su cargo una actividad. Pero es una: Caliope, encargada de la poesía épica, la que gana más favor delante de su padre, pues ella es la encargada de cantar las victorias y hazañas de los grandes Héroes y Reyes. Sus homónimas son las siguientes:
Clío, historia.
Erato, poesía lírica y cantos sagrados.
Euterpe, música de flauta y algunos instrumentos de viento.
Melpómene, tragedia y catarsis.
Poliminia, arte mímico.
Talía, comedia.
Terpsícore, música general y baile.
Urania, la ciencia y contemplación de los astros.

Graciosas a los dioses, bailarinas, poetas y protectoras de los buenos gobiernos. En ellas se regocija el creador, el que con el alma triste busca amparo:
"¡Dichoso aquél de quien se prendan las Musas! Dulce le brota la voz de la boca. Pues si alguien, víctima de una desgracia, con el alma recien desagarrada se consume afligido en su corazón, luego que un aedo servido de las Musas cante las gestas de los antiguos y ensalce a los felices dioses que habitan el Olimpo, al punto se olvida aquel de sus penas y ya no se acuerda de ningunas desgracia. ¡Rápidamente cambian el ánimo los regalos de las diosas!" **

Así que amigos creadores: poetas, músicos, contadores de historias, pintores y buenos pensadores; prendaos de las Musas, madres de todas las buenas obras, ya que sólo ellas pueden aliviar vuestras tristezas y males.

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[*] Hesiodo, "Teogonía".
[**] Diosa de la memoria, hija de Urano y Gea. Cuenta la historia que Zeus tuvo que hacer el amor con ella durante nueve veces en un transcurso de nueve noches; así fueron engendradas en su vientre las nueve musas, las cuales nacieron consecutivamente.
[***] Ibidem.

Fuentes:
Ángel María Garibay (1987) “Mitología Griega” Editorial Porrúa. México, Distrito Federal.
Hesiodo (1990) “Teogonía”, Editorial Gredos, España, Madrid.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Persiana Americana

Recuerdo que conocí el blog: Hammelinn - Poesía, Arte y Música, a raíz de un comentario que me hiciera su administrador en un poema de Borges que publiqué en mi sección Poemas del Mes. Dicho poema sirvió de puente para que pudiéramos compartir el gusto afín por la literatura Borgesiana, y discutiéramos sobre temas del arte y la realidad de Latinoamérica, además de las particularidades entre nuestros países. En posteriores conversaciones con Federico, pude darme cuenta de la cordialidad y amabilidad que caracterizan al autor del blog, sólo por mencionar algunas de sus cualidades.

Temas latinoamericanos, cultura general, arte, música y poesía, son algunos de los ejes temáticos de Hammelinn, este blog es un caleidoscopio como nuestra identidad, desde hoy aparece junto a Sueños a Media Noche en la lista de blogs: Persiana Americana, los invitó a que lo visiten.

martes, 10 de noviembre de 2009

A DONDE VAN LOS MUERTOS (KINKY)

Te suplico hay que morirnos juntos / Te lo ruego hay que morirnos juntos...

jueves, 5 de noviembre de 2009

Cuestiones cotidianas III

("me permito remitirle al interfecto
por esquinero sospechoso
y con el agravante de ser salvadoreño")
R. D.

Es de noche. En casa hace mucho calor y quiero tomar aire fresco, así que salgo a caminar con destino a ninguna parte. Mis pasos me llevan a una zona lúgubre y silenciosa, silencio que sólo rompen los papeles arrastrados por el viento, unos perros peleándose por el feto que encontraron en una bolsa de basura, y el ruido de los autobuses vacíos.

Me paró en una esquina. Soy un desconocido en un lugar desconocido. Enciendo mi cigarrillo y busco el abrigo de una sombra. De pronto, me veo interrogado por las miradas de los transeúntes, pienso que quizás no estarán acostumbrados a ver a un hombre tan bello fumando en una esquina. Pero luego de un rato, al ver que las mujeres pasan y esconden sus bolsos, me doy cuenta que no es mi belleza lo que las intimida.

lunes, 2 de noviembre de 2009

DOS DE NOVIEMBRE.

Desde el fondo de la tierra / más allá de la existencia / flotan almas solas / todas crucificadas / hombres y mujeres lloran por un amor que nunca tuvieron. [*]
Algún día también estaremos allí.
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Imagen fotográfica: Julio González Erazo.
[*] Caifanes, La llorona, álbum: El Nervio del Volcán, 1994 (ver el video)