“Y el camino fue ancho, y la luz fue más viva.”
P. G. R. en Vida Pasión y Muerte del Antihombre.
Tengo entre mis manos un cubo de rubik que no sé cómo solucionar. Esta noche, mientras fumo unos cigarrillos me ha dado por escribir esta nota, y desde ya me disculpo por haberla iniciado con una fase tan trivial. Y puedo objetar, que a diferencia del año pasado, esta Carta Abierta será menos amarga, pues la coyuntura que ahora me envuelve, es, digamos, más promisoria. Aunque siempre, los cumpleaños me ponen triste, sea cual sea mi situación.
Me asombra el giro que pueden dar las cosas en un año. Hoy veo todo con más claridad: he descubierto una senda a seguir. Esto no significa que el año anterior haya estado perdido, digamos que lo que al fin ha pasado, es que me deshice de todo aquello que verdaderamente no necesité. Todo ese lastre que venía arrastrando lo he sacado al fin, y me veo encaminado a lograr nuevos objetivos, dando pasos lentos, pero firmes (no quiero sonar como aquellos libros de superación personal que tanto odio, aunque creo que en este párrafo estoy tristemente cayendo en su barata retórica, jejejeje…).
Tengo muchas cartas en juego, poco a poco, cada una de mis jugadas está resultando, pero tengo que apostar con cuidado, pues no quiero que todo se caiga como un castillo de naipes. Lo mejor de todo es que las situaciones que he vivido durante los últimos meses han sido interesantemente agradables, satisfactorias y han potenciado mis ganas de seguir escribiendo. Por eso este año me siento muy agradecido con la vida. Con este cubo de rubik que todos tratamos de desenmarañar, porque aunque creamos que las tenemos todas ganadas, siempre hay que sospechar un poco, y no cantar victoria antes de tiempo. He sobrevivido otro año, eso ya es suficiente para estar feliz.
Como posdata quiero agregar mis más sinceras disculpas si la calidad de mi redacción ha decrecido, ustedes sabrán la máxima que dicta: “Necesitamos el dolor para escribir”, por eso, quizás últimamente me ha hecho falta un poco de infelicidad para escribir unas buenas líneas; por eso siempre recalco: estar muy conectado con el universo puede ser contraproducente, jejejeje… Escribiendo para ustedes estas cartas abiertas, es como mi blog envejece conmigo.