lunes, 28 de diciembre de 2009

[Simplemente]*

Me dedico a vivir…

sábado, 19 de diciembre de 2009

MUSAS II

Por el lado de los clásicos latinos, Ovidio, en su obra: Las Metamorfosis*, relata como fue recibida Minerva por las Musas; cuando ella buscaba la fuente que Pegaso creó en el monte Helicón al golpear su casco en una roca, de la cual brotó agua. La diosa Minerva fue conducida por Caliope hacia la fuente. Palas, en agradecimiento a la hospitalidad, les rinde a las Musas los más grandes homenajes.

Después de ver la fuente, el grupo de doncellas castas empiezan a narrarle a Minerva muchas historias: le relatan como estuvieron a punto de ser secuestradas por Pirineo, cuando ellas se conducían al Parnaso, pues debido al mal tiempo, éste les ofrece que se resguarden de la lluvia en su palacio, queriendo encerrarlas en él. Le cuentan también la historia de las nueve Picazas, Hijas de Piero y Enippe, reyes de macedonia, que se volvieron soberbias, y siendo nueve, como el numero de las Musas, retaron a las castas doncellas a un duelo, del cual las Ninfas fueron el jurado. Al final las Musas ganan la afrenta, por la narración de la historia entre el enamoramiento de Plutón y la ninfa Proserpina**. La ninfa, es raptada por Plutón cuando ésta se encontraba recolectando flores en el campo, acompañada de otras doncellas, Proserpina fue tomada a fuerza por el dios, que la llevó al Infierno. Su madre, la diosa Ceres*** al darse cuenta de la desaparición de la ninfa la buscó por todo el mundo, maldiciendo los campos que alguna vez hubiera reverdecido. Al final Ceres pide audiencia a Júpiter, quién accede a que Proserpina sea devuelta a su madre por la mitad del año, y por la otra mitad, la ninfa pasaría con Plutón en los infiernos.

Entre otras historias, todas narradas de los labios de Caliope.

________________________
* Las Metamorfosis, Libro V, Capítulos: II y III
** Hija de Júpiter y Ceres
***Diosa de la Vegetación, de toda la naturaleza, para los griegos es conocida como Deméter.

Fuente:
Publio Ovidio (1995) “Las Metamorfosis”, Edicomunicación, S. A. España, Barcelona. Págs. : 86-97.

jueves, 17 de diciembre de 2009

THE MASS (Era)

Simplemente quiero que lo disfrutéis.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Las Moscas

Es horrible cuando una mosca se nos para en el cuerpo [*]: puedes sentir todas sus patitas, el calor de su múltiple mirada, y su lengua paseándose por tu epidermis dispuesta a verter el vómito.

Ahora imagínate cuando estés muerto, y millones de moscas recorran tu cadáver.
___________
[*] Piensa que esa bendita mosca puede felizmente haber aterrizado más de alguna vez en excremento.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Exvoto

Tonantzin, protege a tus hijos mesoamericanos en el éxodo de sus vidas. Y de mí, no te olvides.

martes, 8 de diciembre de 2009

Proyecto artístico

Pienso en un retrato:

Imagínate que tuviéramos millones de semáforos diseminados en un terreno con una extensión de 9.065.000 km2*, y los encendiéramos alternando sus colores de forma sincronizada; y que todos formaran la imagen de John Lennon, la cual solamente podría ser vista desde el espacio. Mientras suena alrededor del mundo la canción: Lucy in The Sky With Diamonds.

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[*] Podría ser un desierto.

sábado, 5 de diciembre de 2009

De "Estanco" (Fernando Pessoa)

Siempre que fumo un cigarrillo, y me quedo contemplando los espectros que dibuja el humo, pienso en estos versos de Pessoa:

"Enciendo un cigarrillo mientras pienso en escribirlos
y en el cigarrillo saboreo la liberación de todos los pensamientos.
Sigo al humo como a una ruta propia
y gozo, en ese momento sensitivo y adecuado,
la liberación de todas las especulaciones
y la conciencia de que la metafísica es una consecuencia de hallarse uno indispuesto.
Después me reclino en la silla
y continúo fumando."

lunes, 30 de noviembre de 2009

Plegaria

"Si mis plegarias no fueran a la Virgen, / sino a ti..." *

“Aunque tú me olvides, / Te pondré en un altar de veladoras, / Y en cada una pondré tu nombre, / Y cuidaré de tu alma. / Amen…” **

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[*] Caifanes, Quisiera Ser Alcohol. Álbum: El Nervio del Volcán, 1994 (Escuchar)
[**] Caifanes, Antes De Que Nos Olviden. Álbum: El Diablito, 1990 (Escuchar)

martes, 24 de noviembre de 2009

“TRISTES TRÓPICOS” Párrafos últimos (Lévi-Strauss)

El mundo comenzó sin el hombre y terminará sin él. Las instituciones, las costumbres y los usos, que yo habré inventariado en el transcurso de mi vida, son la eflorescencia pasajera de una creación en relación con la cual quizá no posean otro sentido que el de permitir a la humanidad cumplir allí su papel. Lejos de que ese papel le marque un lugar independiente, y de que el esfuerzo del hombre —aun condenado— consista en oponerse vanamente a una decadencia universal, aparece él mismo como una máquina, quizá más perfeccionada que las otras, que trabaja por la disgregación de un orden original y precipita una materia poderosamente organizada hacia una inercia siempre mayor, que un día será definitiva. Desde que comenzó a respirar y a alimentarse hasta la invención de los instrumentos termonucleares y atómicos, pasando por el descubrimiento del fuego —y salvo cuando se reproduce a sí mismo— el hombre no ha hecho nada más que disociar alegremente millares de estructuras para reducirlas a un estado donde ya no son susceptibles de integración. Sin duda, ha construido ciudades y ha cultivado campos; pero, cuando se piensa en ello, esas realizaciones son máquinas destinadas a producir inercia a un ritmo y en una proporción infinitamente más elevados que la cantidad de organización que implican. En cuanto a las creaciones del espíritu humano, su sentido sólo existe en relación con éste y se confundirán en el desorden cuando haya desaparecido. Así, la civilización, tomada en su conjunto, puede ser descrita como un mecanismo prodigiosamente complejo donde nos gustaría ver la oportunidad que nuestro universo tendría de sobrevivir si su función no fuera la de fabricar lo que los físicos llaman entropía, es decir, inercia. Cada palabra intercambiada, cada línea impresa, establece una comunicación entre dos interlocutores equilibrando un nivel que se caracterizaba antes por una diferencia en la información, y por lo tanto una organización mayor. Antes que “antropología” habría que escribir “entropología" como nombre de una disciplina dedicada a estudiar ese proceso de desintegración en sus manifestaciones más elevadas.
Sin embargo, existo. No ciertamente como individuo; pues ¿qué soy desde ese punto de vista, sino la postura, a cada instante cuestionada, de la lucha entre otra sociedad, formada por algunos millares de células nerviosas que se cobijan bajo el hormiguero del cráneo, y mi cuerpo, que les sirve de robot? Ni la psicología, ni la metafísica, ni el arte, pueden servirme de refugio, mitos pasibles ahora también en su interior de un nuevo tipo de sociología que nacerá algún día y que no será con ellos más benevolente que la otra. El yo no es digno sólo de odio: no hay distancia entre un nosotros y un nada. Y si opto finalmente por ese nosotros, aunque se reduzca a una apariencia, es que, a menos que me destruya —acto que suprimiría las condiciones de la opción—, no tenga más que una elección posible entre esa apariencia y nada. Ahora bien, basta con que elija para que, por esta misma elección, yo asuma sin reservas mi condición de hombre: liberándome por ello de un orgullo intelectual cuya vanidad mido por la de su objeto, acepto también subordinar sus pretensiones a las exigencias objetivas de la liberación de una multitud a quien se niegan siempre los medios para tal opción.
Si el individuo ya no está solo en el grupo y cada sociedad ya no está sola entre las cosas, el hombre no está solo en el universo. Cuando el arco iris de las culturas humanas termine de abismarse en el vacío perforado por nuestro furor, en tanto que estemos allí y que exista un mundo, ese arco tenue que nos une a lo inaccesible permanecerá, mostrando el camino inverso al de nuestra esclavitud, cuya contemplación —a falta de recorrerlo— procura al hombre el único favor que sabe merecer: suspender la marcha, retener el impulso que lo constriñe a obturar una tras otra las fisuras abiertas en el muro de la necesidad y acabar su obra al mismo tiempo que cierra su prisión; ese favor que toda sociedad codicia cualesquiera sean sus creencias, su régimen político y su nivel de civilización, donde ella ubica su descanso, su placer, su reposo y su libertad, oportunidad esencial para la vida, de desprenderse y que consiste en aprehender la esencia de lo que fue y continúa siendo más acá del pensamiento y más allá de la sociedad: en la contemplación de un mineral más bello que todas nuestras obras, en el perfume, más sabio que nuestros libros, respirado en el hueco de un lirio, o en el guiño cargado de paciencia, de serenidad y de perdón recíproco que un acuerdo involuntario permite a veces intercambiar con un gato.




Tomado de:
Lévi- Strauss, C (1988) “Tristes Trópicos” Ediciones Paidós Ibérica. Barcelona: España.
Imagen:
Rostro de Lévi-Strauss, con detalle del arte bakairi (Tejidos).

jueves, 19 de noviembre de 2009

LAS MUSAS

Eternas habitantes del monte Helicón. Desde él descendieron para otorgarle a Hesiodo el don de la Historia, cuando éste se encontraba en las cercanías de la montaña pastoreando su rebaño. Ellas, envueltas en sus élitros, exhortaron al pastor diciéndole estas palabras:
"—Pastores que pasáis la vida al aire libre, raza vil, que no sois más que vientres: nosotras sabemos decir numerosas, verosímiles ficciones; pero también, cuando nos place, sabemos ensalzar la verdad." *

Por eso Hesiodo inicia su Teogonía invocando el nombre de las Musas, aquellas engendradas por Zeus en el vientre de la diosa Mnemósine. **

Cada una tiene a su cargo una actividad. Pero es una: Caliope, encargada de la poesía épica, la que gana más favor delante de su padre, pues ella es la encargada de cantar las victorias y hazañas de los grandes Héroes y Reyes. Sus homónimas son las siguientes:
Clío, historia.
Erato, poesía lírica y cantos sagrados.
Euterpe, música de flauta y algunos instrumentos de viento.
Melpómene, tragedia y catarsis.
Poliminia, arte mímico.
Talía, comedia.
Terpsícore, música general y baile.
Urania, la ciencia y contemplación de los astros.

Graciosas a los dioses, bailarinas, poetas y protectoras de los buenos gobiernos. En ellas se regocija el creador, el que con el alma triste busca amparo:
"¡Dichoso aquél de quien se prendan las Musas! Dulce le brota la voz de la boca. Pues si alguien, víctima de una desgracia, con el alma recien desagarrada se consume afligido en su corazón, luego que un aedo servido de las Musas cante las gestas de los antiguos y ensalce a los felices dioses que habitan el Olimpo, al punto se olvida aquel de sus penas y ya no se acuerda de ningunas desgracia. ¡Rápidamente cambian el ánimo los regalos de las diosas!" **

Así que amigos creadores: poetas, músicos, contadores de historias, pintores y buenos pensadores; prendaos de las Musas, madres de todas las buenas obras, ya que sólo ellas pueden aliviar vuestras tristezas y males.

_____________________
[*] Hesiodo, "Teogonía".
[**] Diosa de la memoria, hija de Urano y Gea. Cuenta la historia que Zeus tuvo que hacer el amor con ella durante nueve veces en un transcurso de nueve noches; así fueron engendradas en su vientre las nueve musas, las cuales nacieron consecutivamente.
[***] Ibidem.

Fuentes:
Ángel María Garibay (1987) “Mitología Griega” Editorial Porrúa. México, Distrito Federal.
Hesiodo (1990) “Teogonía”, Editorial Gredos, España, Madrid.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Persiana Americana

Recuerdo que conocí el blog: Hammelinn - Poesía, Arte y Música, a raíz de un comentario que me hiciera su administrador en un poema de Borges que publiqué en mi sección Poemas del Mes. Dicho poema sirvió de puente para que pudiéramos compartir el gusto afín por la literatura Borgesiana, y discutiéramos sobre temas del arte y la realidad de Latinoamérica, además de las particularidades entre nuestros países. En posteriores conversaciones con Federico, pude darme cuenta de la cordialidad y amabilidad que caracterizan al autor del blog, sólo por mencionar algunas de sus cualidades.

Temas latinoamericanos, cultura general, arte, música y poesía, son algunos de los ejes temáticos de Hammelinn, este blog es un caleidoscopio como nuestra identidad, desde hoy aparece junto a Sueños a Media Noche en la lista de blogs: Persiana Americana, los invitó a que lo visiten.

martes, 10 de noviembre de 2009

A DONDE VAN LOS MUERTOS (KINKY)

Te suplico hay que morirnos juntos / Te lo ruego hay que morirnos juntos...

jueves, 5 de noviembre de 2009

Cuestiones cotidianas III

("me permito remitirle al interfecto
por esquinero sospechoso
y con el agravante de ser salvadoreño")
R. D.

Es de noche. En casa hace mucho calor y quiero tomar aire fresco, así que salgo a caminar con destino a ninguna parte. Mis pasos me llevan a una zona lúgubre y silenciosa, silencio que sólo rompen los papeles arrastrados por el viento, unos perros peleándose por el feto que encontraron en una bolsa de basura, y el ruido de los autobuses vacíos.

Me paró en una esquina. Soy un desconocido en un lugar desconocido. Enciendo mi cigarrillo y busco el abrigo de una sombra. De pronto, me veo interrogado por las miradas de los transeúntes, pienso que quizás no estarán acostumbrados a ver a un hombre tan bello fumando en una esquina. Pero luego de un rato, al ver que las mujeres pasan y esconden sus bolsos, me doy cuenta que no es mi belleza lo que las intimida.

lunes, 2 de noviembre de 2009

DOS DE NOVIEMBRE.

Desde el fondo de la tierra / más allá de la existencia / flotan almas solas / todas crucificadas / hombres y mujeres lloran por un amor que nunca tuvieron. [*]
Algún día también estaremos allí.
_______________
Imagen fotográfica: Julio González Erazo.
[*] Caifanes, La llorona, álbum: El Nervio del Volcán, 1994 (ver el video)

sábado, 31 de octubre de 2009

DIBUJO

Hoy hice este dibujo, no sé lo que sea, simplemente mi mano se puso a trabajar de forma mecánica y ésto fue lo que resultó:

¿Quizás habrá alguna fijación mía en él? Pero no sé cuál es.

...Creo que es una cacerola,… o talvez sea un bote de vela?

lunes, 26 de octubre de 2009

AL REVÉS DE LAS AVES DEL MONTE...(César Vallejo)

Podría haber puesto el poema completo, pero la verdad, nada más quiero recalcar estos versos:

(Walt Whitman tenía un pecho suavísimo y respiraba
y nadie sabe lo que él hacía cuando lloraba en su comedor)

Vallejo, C. (1965) (1993) Obra poética completa. Casa de las Américas. La Habana: Cuba.Pág.:262

martes, 20 de octubre de 2009

PROBLEMAS COTIDIANOS

Después de salir de la ducha, como es costumbre, voy al lavamanos para rasurarme. Saco la navaja de afeitar, tomo un trago de amoniaco (para el mal aliento), me unto el mentón con espuma frente al espejo (parezco Walt Whitman por mi barba nevada). Llevo la navaja hasta el bigote, me corto la nariz de tajo,… y sin más, la pongo sobre la jabonera. Después de embellecerme, caigo en la cuenta de la sangre que sale a borbotones, y que se confunde con el agua del lavamanos, veo la nariz en la jabonera y examino el orificio que tengo en la cara: empiezo las deducciones y las preguntas, no hay importancia, el único problema es que sin nariz mis lentes se van a caer y allí es donde las cosas se complican, pues aparte de ñato, me he quedado ciego.

jueves, 15 de octubre de 2009

martes, 13 de octubre de 2009

Espantapájaros 22 (Oliverio Girondo)

Cuando leo esta pieza me da tanta rabia, porque es tan buena que parece que la hubiera escrito yo:

Las mujeres vampiro son menos peligrosas que las mujeres con un sexo prehensil. Desde hace siglos, se conocen diversos medios para protegernos contra las primeras.
Se sabe, por ejemplo, que una fricción de trementina después del baño, logra en la mayoría de los casos, inmunizarnos; pues lo único que les gusta a las mujeres vampiro es el sabor marítimo de nuestra sangre, esa reminiscencia que perdura en nosotros, de la época en que fuimos tiburón o cangrejo.
La imposibilidad en que se encuentran de hundirnos su lanceta en silencio, disminuye, por otra parte, los riesgos de un ataque imprevisto. Basta con que al oírlas nos hagamos los muertos para que después de olfatearnos y comprobar nuestra inmovilidad, revoloteen un instante y nos dejen tranquilos.
Contra las mujeres de sexo prehensil, en cambio, casi todas las formas defensivas resultan ineficaces. Sin duda, los calzoncillos erizables y algunos otros preventivos, pueden ofrecer sus ventajas; pero la violencia de honda con que nos arrojan su sexo, rara vez nos da tiempo de utilizarlos, ya que antes de advertir su presencia, nos desbarrancan en una montaña rusa de espasmos interminables, y no tenemos más remedio que resignarnos a una inmovilidad de meses, si pretendemos recuperar los kilos que hemos perdido en un instante.
Entre las creaciones que inventa el sexualismo, las mencionadas, sin embargo, son las menos temibles. Mucho más peligrosas, sin discusión alguna, resultan las mujeres eléctricas, y esto, por un simple motivo: las mujeres eléctricas operan a distancia.
Insensiblemente, a través del tiempo y del espacio, nos van cargando como un acumulador, hasta que de pronto entramos en un contacto tan íntimo con ellas, que nos hospedan sus mismas ondulaciones y sus mismos parásitos.
Es inútil que nos aislemos como un anacoreta o como un piano. Los pantalones de amianto y los pararrayos testiculares son iguales a cero. Nuestra carne adquiere, poco a poco, propiedades de imán. Las tachuelas, los alfileres, los culos de botella que perforan nuestra epidermis, nos emparentan con esos fetiches africanos acribillados de hierros enmohecidos. Progresivamente, las descargas que ponen a prueba nuestros nervios de alta tensión, nos galvanizan desde el occipucio hasta las uñas de los pies. En todo instante se nos escapan de los poros centenares de chispas que nos obligan a vivir en pelotas. Hasta que el día menos pensado, la mujer que nos electriza intensifica tanto sus descargas sexuales, que termina por electrocutarnos en un espasmo, lleno de interrupciones y de cortocircuitos.

Tomado de:
Oliverio Girondo (1968)(1996) OBRA COMPLETA, Editorial Losada, Buenos Aires: Argentina. Pags: 150-151.

viernes, 2 de octubre de 2009

A LA VIEJA USANZA

Aunque está la computadora (que es cómoda y eficiente); la verdad terminamos por aburrirnos: nos hace falta el olor a tinta, o el ruido del grafito friccionando el papel; y siempre terminamos desempolvando aquella libreta llena de tachones, donde “¡$%#2(7 !¡¿=)$##3”! ¡””$%?¡%%##! dibujábamos garabatos, y apuntábamos lugares comunes.

sábado, 26 de septiembre de 2009

HORA DE LA CENIZA (Roque Dalton)

....Finaliza Septiembre. Es hora de decirte
lo difícil que ha sido no morir.

....Por ejemplo, esta tarde
tengo en las manos grises
libros hermosos que no entiendo,
no podría cantar aunque ha cesado ya la lluvia
y me cae sin motivo el recuerdo
del primer perro a quien amé cuando niño.

....Desde ayer que te fuiste
hay humedad y frío hasta en la música.

....Cuando yo muera,
sólo recordarán mi júbilo matutino y palpable,
mi bandera sin derecho a cansarse,
la concreta verdad que repartí desde el fuego,
el puño que hice unánime
con el clamor de piedra que eligió la esperanza.

....Hace frío sin ti.
Cuando yo muera, cuando yo muera
dirán con buenas intenciones
que no supe llorar.

....Ahora llueve de nuevo.
Nunca ha sido tan tarde a las siete menos cuarto
como hoy.

....Siento unas ganas locas de reír
o de matarme.


Tomado de:
Dalton, Roque. (1937-1975) No Pronuncies Mi Nombre: Poesía Completa de Roque Dalton I. (Compiladores: Rafael Lara-Martínez, Luis Melgar Brisuela,) 1° edición, San Salvador, El Salvador, Dirección de Publicaciones e Impresos 2005.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

CHRISTIAN POVEDA: UNA REFLEXIÓN EXTEMPORANEA.

Recuerdo el cuento de un antropólogo, que internado en la amazonía, estudia la cultura de una comunidad de caníbales. Nuestro personaje convive con los naturales, se relaciona más de la cuenta con ellos; la delgada línea entre el observador y los observados se rompe, y cuando él creía comprender todas sus prácticas, ellos lo asesinan durante un rito extático.

Repaso con claridad el argumento de ese relato, lo raro es que no puedo acordarme del nombre del autor; son extraños los azares de nuestra memoria: talvez pude haberlo escrito yo, pero no lo recuerdo.

Una historia similar sucedió recientemente, la metáfora es la misma, pero el escenario es distinto, ya no era la selva amazónica, y el protagonista no era un antropólogo. Es extraño el juego del destino, que le gusta calcar historias de la ficción y reproducirlas a escalas monstruosas en la realidad.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Minutos (Ricardo Arjona)

...el cadáver del minuto que pasó, se burla de mis ganas de besar, la foto que dejaste puesta en el buró…

miércoles, 9 de septiembre de 2009

CUESTIONES COTIDIANAS

Por mi ventana, veo a dos adolescentes colegiales que se detienen a besarse en el umbral de mi casa. Creo que ambos conciben el acto de darse un beso como algo ilícito. Ellos no se han percatado de mi presencia. Yo los observo desde el segundo piso, estoy sentado en la silla de ruedas, con mi laptop sobre las piernas.

De repente, recuerdo que ya es hora de tomarme las pastillas, que tengo que ir a cambiar mis vendas, chequearme el azúcar, zurcir mis calzoncillos,…darle de comer al gato. Mi computadora está más silenciosa que una tumba; últimamente, mi única alegría está en observar a los transeúntes: me alegro de la dicha de ese par de desconocidos.

Sencillamente pensé que tenía que contártelo.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Bienaventurados los escritores que fuman, de ellos será el reino de los cielos…

martes, 1 de septiembre de 2009

MEA CULPA


Me alejé por un mes. La razón es porque estuve en una clínica de rehabilitación para adictos a la fantasía, me internaron por imaginación investigable. Durante ese tiempo estuve recluido en un sitio horrible, sin cigarrillos, vistiendo camisa de fuerza, sin ver una sola mujer bonita, y lo peor de todo es que no había ni una sola computadora en ese maldito lugar. Todo era un infierno, cuando más mal me portaba me torturaban de una manera deleznable; me sentaban en una poltrona frente a una pantalla y me proyectaban una serie de imágenes: máquinas de escribir, computadoras, libros, papel, lapiceros, tazas de café, cigarrillos, tragos de ron, cámaras fotográficas, y lo peor de todo: fotos de mi ex-novia; luego me descargaban choques eléctricos, la silla y mis ropas terminaban empapadas, por todo mi cuerpo corría un sudor frío después de cada electrochock, el fogonazo hacía que mis dientes entrechocaran, que apretara los puños, y terminara por llorar: ¡Quién sabe cuantas neuronas perdí en cada sesión en esa maldita silla eléctrica! Fue horrible!!! De suerte que viví para contarlo.
La razón por la que me castigaban es porque en ese lugar está prohibido escribir; decomisan todo objeto que tenga que ver con un acto creativo: tratan la manera de que los internos odien el arte. Después de torturarme me encerraban en un cuarto gris, sin ventanas, allí pasaba la noche; muy triste porque no podía ver la luna. Es raro, en todo el tiempo que estuve allí no vi una sola ventana, las paredes del edificio eran grises, frías y un olor a humedad dominaba el ambiente.
Solo un amigo llegó a visitarme, un día le pedí que me llevara a escondidas un crayón verde, pasé una semana esperándolo, mis días de espera me parecieron siglos: el día que me lo dio, lo metí en mi boca para esconderlo. Cuando me encerraron en la noche, dibujé una ventana en la pared, donde se veía la luna, y un gato de espaldas sobre el alfeizar, cuando terminé mi ventana me sentí más aliviado, y recordé que había hecho ese mismo dibujo en mi época de estudiante, en una aburrida clase de lingüística: era la misma ventana, con el mismo gato, la misma luna. El personal de la clínica nunca vio la ventana, porque ellos no tienen la capacidad de ver el color verde. Hace poco me dieron de alta, y allí quedó la ventana en el cuarto oscuro.
Pero a pesar de todo lo que me paso, creo que esa escusa no es valida para argumentar mi ausencia, como verás: no me “rehabilite” del todo.

jueves, 20 de agosto de 2009

Ya van dos años...

Cree este banner para CELEBRAR el cumpleños de Luz Bella Averni, aunque el blog publicó su primera entrada un 10 de agosto, pero para subsanar mi olvido,istituiré desde este 20 de agosto como aniversario oficial del blog, Luz Bella Averni cumple dos años, espero seguir publicando las entradas para ustedes.

No hubo celebración del primer año, será que el primer año es de pueba para todos los blogs, será que en la mayoría de los casos es un periodo oscuro, muy parecido a nuestra primera infancia, cuando aún no teníamos uso de razón, vale decir, que eso pasaría si tomaramos l administración de un blog, de forma antojadiza, por cumplir con un requisito, porque hay un numero, sino grande, al menos significativo de personas que abandonan sus blogs en los primeros años, y quedan así, a la deriva, porque la verdad que esta herramienta nos exige constancia y disciplina. Por otro lado, los blogs que son concebidos bajo un concepto claro, y pensandolos como una especie de proyecto, tiene que tener reglas claras, objetivos definidos, etc...

Por lo menos durante este nuevo año que inicia este blog seguiré compartiendo letras he imágenes para ustedes que en la vida, como pasa también conmigo: la literatura y los temas culturales le sirven de refugio.

miércoles, 29 de julio de 2009

El akmiú

El akmiú es un animal escurridizo, que sólo se revela a personas de corazón puro: yo lo he visto varias veces. Es indescriptible, en estos momentos está jugando sobre mi cenicero, si yo cometiera el error de describirlo, el akmiú desaparecería. Algunos cuentan que su procedencia es la imaginación, yo más bien creo que se alimenta de la soledad de sus anfitriones.

miércoles, 22 de julio de 2009

Alguien estuvo esperándome aquí, y yo no lo supe.

viernes, 17 de julio de 2009

VIAJE AL INFIERNO PASANDO POR ANTONIO MATAMOROS.

PARTE I

Conduje por horas hasta que llegué a una encrucijada. Tomé el camino que decía: “Antonio Matamoros 60.00 kilómetros”; me adentré en una estrecha carretera rodeada de pastizales y cercos de ganado, donde difícilmente cabían dos vehículos a la vez; crucé un riachuelo de aguas turbias. La carretera de asfalto se terminó precipitadamente, la siguió una de limo que hacia atascar las llantas de mi Chevrolet. Me quedé varado en un atascadero, bajé del vehiculo para ver que podía hacer para seguir mi viaje, logré salir del barral, pero me di cuenta que pronto empezaría a llover, pues una gota calló sobre el vidrio de mis anteojos. Con la lluvia vino la noche, seguí conduciendo con dificultad hasta que llegué a un villorrio con cara de cuidad, las luces de mi camioneta iluminaron un letrero oxidado en el que se leía en letras borrosas “Bienvenido a Antonio Matamoros” sentí la extraña sensación de que el epígrafe había sido escrito especialmente para mi, salí por un momento bajo la lluvia para tocar la valla, deslice las yemas de mis dedos por las letras que se despintaron, solo me quedaron las cáscaras blancas de una “n”. Como ya era de noche deslumbraban muchos relámpagos, entonces recordé que mi madre me había dicho: “Mientras cae la lluvia, puede sorprenderte un rallo”, así que me apresuré y subí de nuevo al automóvil: no me había acomodado bien, cuando de repente, un rayo partió en dos el letrero, en el preciso lugar donde había estado parado tocando las letras, allí me di cuenta que me habían dado la bienvenida.

Mientras recorría las callejuelas del pueblo, me dí cuenta que abundaban las moscas, por los muertos insepultos dispersos por todos lados. No había luz, tenían tres meses de no tener servicio energético porque un rayo había atrofiado el sistema de alambrado y el ayuntamiento y las autoridades no habían restablecido el servicio por ser un lugar remoto.

Cuando llegué al hostal donde pasaría la noche, una anciana hosca me abrió la puerta, me condujo a luz de vela hacia mi habitación, mientras caminábamos por un pasillo me iluminó la cara con el candelabro y me preguntó: “A ver… ¿Qué menesteres traen a un citadino, joven y hermoso, a este culo del mundo? Señor, usted sabe que en Matamoros no hay nada de especial…” Yo le respondí que venía buscar el acta de nacimiento de mi madre, que la necesitaba para un asunto legal, algo que tenía que ver con la herencia que tenía que cobrar, luego ella me dijo: “A ver… y cual es el nombre de tu madre, talvez yo puedo ayudarte en algo, talvez yo la conozco”, le respondí que era hijo de Constanza Minero, que ella había muerto hace un mes, y que nada sabia de mis abuelos y demás ancestros, que talvez en Matamoros podía encontrar información sobre mis antepasados. Cuando ella oyó mencionar el apellido Minero, torció la boca y tiró un escupitajo al suelo, me vio con odio y me dijo: “Ah… o sea que usted es descendiente de los Minero, eso lo explica todo, usted es el vivo retrato de su abuelo, Ramón Minero”, sentí un leve escalofrío cuando ella pronunció RAMÓN, ese era el nombre que me habían impuesto y yo no sabia que ese había sido el nombre de mi abuelo, mi madre nunca me lo había dicho. “Si, o al menos así lo creo, mi nombre es Ramón Antonio Ojeda Minero, para servirle” le dije mientras le extendía la mano, saludo que ella no correspondió. “su nombre no me interesa” me dijo mientras seguía caminado, yo me sentí muy incomodo, y con el afán de obviar el mal rato, sonreí un poco, mientras los relámpagos nos iluminaban como flashes a ambos, antes de llegar a mi cuarto le pregunté porque habían tantos muertos tirados en la calle, ella me respondió ya más serena, como si hablar del tema le ocasionará placer: “Es que aquí no tenemos cementerio, la gente entierra a sus muertos en el patio de la casa, y como los inhuman a poca profundidad, no es extraño que en invierno, con las continuas lluvias, la tierra se lave y los muertitos se queden expuestos a los buitres, que por aquí abundan, no se porque, ah… y también abundan las moscas, a veces es agradable el zumbido de las mosquitas, dan ganas de dormirse con su arrullo, pero no se preocupe, hijo de mala madre, en unos días eso le parecerá lo más común del mundo, y cuando se valla, que yo espero que sea pronto, en la capital le hará falta ver esas cosas”. La vieja desdentada, mascullaba las últimas palabras mientras habría la puerta, “Solo puede quedarse esta noche aquí, mañana debe irse temprano a buscar otro lugar donde hospedarse, si hubiera sabido quien era, le juró que no le hubiera abierto la puerta” yo solo le dije con un tono de ironía: “gracias por la hospitalidad” ella cerró la puerta tras mis espaldas con una fuerza tal que me pareció que en un momento ella había recobrado la vitalidad de su juventud, por un instante me quedaron sonando en la mente las palabras que me había dicho: ¿A que se refería cuando me llamó hijo de mala madre?

Cuando entré, puse mi maleta de piel sobre la cama, la abrí y empecé a sacar todas mis pertenencias, me apresuré a sacar mi maquina de escribir, mientras sacaba unas camisas, calló al suelo una foto de mi madre, una ventisca me heló la nuca, allí me dí cuenta que la ventana estaba abierta, cuando un relámpago iluminó el jardín, vi la silueta de un hombre que estaba parado frente a la ventana, descorrí las cortinas, pero no vi nada, entonces pensé que lo había imaginado, mi mente estaba muy excitada por la conversación con la vieja, quería relajarme a toda costa, así que puse mi maquina de escribir sobre la mesita de noche, para trabajar en mi diario personal, después de un rato, apagué las velas y me recosté en la cama. La armazón del tejado crujía, y las ratas se paseaban sobre las vigas. Pero como estaba muy cansado me dormí en seguida. Mientras dormía tuve un sueño muy extraño: me soñé sacando mis pertenecías de la maleta, pero esta vez me encontraba en medio del desierto, era como una habitación sin paredes, solo la cama, la mesita de noche y un perchero, entonces saque de mi maleta un pájaro de tinta, que salió volando y dejo manchadas las sabanas, saqué un elefante, y lo colgué en el perchero, al final saqué la foto de mi madre y me oriné en ella.

Después de eso desperté y busqué la foto sobre la mesita de noche, sentí un gran alivio al ver que estaba allí. Me di cuenta entonces que ya había amanecido.

lunes, 6 de julio de 2009

Acto creativo (Charles Bukowski)

Tiene un tono relajado que gusta mucho: es como si un viejo te estuviera hablando en forma pausada. Aunque esta no es la mejor traducción, pero que le vamos a hacer:

Por el huevo estrellado en el piso
Por el 5 de julio
Por el pez en la pecera
Por el viejo de la habitación nº 9
Por el gato sobre el muro
Por ti mismo
No por la fama
Ni por el dinero
Tienes que seguir peleando

Cuanto te haces viejo
Disminuye el atractivo
Es más fácil cuando se es joven
Cualquiera puede alcanzar las alturas alguna que otra vez
La clave consiste en
Resistir
Resistir
Resistir
Pegando fuerte
Cualquier cosa que sirva
Para que
Esta vida siga bailando
Frente a Doña Muerte.

martes, 30 de junio de 2009

SUEÑO.

Entré en una caverna oscura. En la lobreguez que me rodeaba, un ejército de estalactitas apareció frente mis ojos. Caminé hasta llegar a la orilla de un río subterráneo. A lo lejos, entre penumbras y neblina, divisé una embarcación con dos pasajeros que se acercaba; vi las siluetas de un remero con cabeza de pájaro, y de un hombre viejo que venia sosteniéndose en un bastón sobre la proa: algo me dijo que él sería mi guía. Cuando más se acercaba la embarcación reparé en su actitud: me pareció que el que venía de pie era ciego; además, tenía un leve síndrome vertiginoso, como un árbol mecido por la ventisca. Al llegar la barca a la orilla, logré ver su rostro: me alegró saber que era un viejo conocido.

viernes, 26 de junio de 2009

PRÓLOGO A “TIERRA” (Julio Meden)

"La muerte no es nada, pero si estuvieras completamente muerto, no me oirías. Así que estás por aquí Ángel, en medio del océano más vasto y desconocido que puedas imaginar. La existencia, siempre va acompañada de un sonido de fondo, llamado angustia, que solo se soporta a medias, pero no te agobies: vives en la única luz conocida del universo, una isla diminuta a la altura de tus ojos, pero aun atravesada por agujeros de misterio."


TIERRA (España: 1992) Guión y dirección: Julio Meden

domingo, 21 de junio de 2009

Publicidad

El Colectivo DALE! te invita al [Recit-all the poesía] que se llevará a cabo este martes 23 de junio, a las dos de la tarde, en la sala de charlas de la Biblioteca pública “David Granadino” de Santa Ana. El evento contará con los jóvenes poetas: Luis Borja, Alex Calvillo, Otto Flores, Santiago Vásquez y Mario Zetino.

Nota extemporánea:

[ Visita la página oficial y el blog del Colectivo DALE! ]

lunes, 15 de junio de 2009

DIAS DE NADA

Despierto y me masturbo pensando en ti. Cuando eyaculo en mis sabanas, me doy cuenta que tengo el semen gris. Me desnudo frente a la ventana antes de bañarme, sólo para darle los buenos días a la vecina y devolverle el favor de prestarme su cuerpo en sueños, después de bañarme me bebo una taza de café, mi dolor de cabeza está a punto de llegar a los 451 grados Fahrenheit. Aún así, dedico la mañana completa a leer un libro del que se emborronan las letras cuando me quito los anteojos. Luego, escribir el guión de una película que no se filmará nunca. Al mediodía veo las noticias, mientras almuerzo una argamasa que parece vomito de perro. Pienso en que no me sentiría tan solo si al menos tuviera un gato, o talvez un saco para golpear.
Sigo comiendo mi vomito, sigo pensando en ti. Después de la comida viene la película de la tarde. Voy hasta el cinema, hoy toca una de Tarantino, se ve prometedora. Cuando salgo del cinema veo a las muchachas del brazo de sus novios y me da rabia, siento unas ganas intensas de molerlos a golpes.
Me paro en una de las terrazas del centro comercial y veo como la tarde se va a la mierda. Por la noche, cuando los enamorados se dan cita en los bares y cafés, camino solo por las calles apestadas de putas… pensando en ti. Enciendo un cigarrillo, sólo para hacerme creer que existo, fumo, y de mi boca emergen fantasmas que se confunden con el relente de la calle. Cuando llego a mi habitación, la puerta es una boca enorme ansiosa de tragarme, me quito los zapatos y me desnudo sin más. Entrego mi cuerpo cansado al remedo de lápida que algunos llaman cama. Y termino otro día de nada.

miércoles, 10 de junio de 2009

Microrrelato

Encontré este microrrelato en el portal oficial del programa “Página 2”: el texto es autoría de Antonio Esteo Ceballos, de Benalmádena (Málaga). Yo, al igual que él, lo secundo a decir:
"¡Menos mal!
Afortunadamente, la madre de Borges nunca le dijo que dejara de leer y escribir y que se buscara un oficio de hombres."

viernes, 5 de junio de 2009

UN HALLAZGO

En el patio de una casa, ubicada en las cercanías de la calle Ramírez Guillén, encontraron una fosa común. Cuando empezaron a hacer revisión de todos los cuerpos inhumados – veinte en total –, entre los que se hallaban cadáveres en avanzado proceso de descomposición y esqueletos incompletos, exhumaron una osamenta en especial: al hacer los análisis e investigaciones correspondientes, llegaron a la conclusión de que el cuerpo perteneció en vida a un hombre (según los testimonios de personas que lo conocieron), de personalidad retraída, adicto al tabaquismo, aunque de rostro serio, de fácil sonrisa, heredero de una enfermedad degenerativa en la vista, que lo hacía llevar gafas contra su voluntad. Según los análisis forenses, fue asesinado a la edad de 70 años, murió sin saber que padecía de enfisema pulmonar. Era catedrático universitario jubilado. Vivía solo, un sendero de piedra comunicaba su hogar de retiro con las demás casas de un pueblo a las afueras de la ciudad, dedicado en sus últimos años de reclusión a escribir novelas y artículos, casi nunca salía de su residencia. Nadie sabe como llegó hasta la casa de la calle Ramírez Guillén. Su nombre era: Ronald Adolfo Orellana.

martes, 2 de junio de 2009

Owner of a lonely heart (YES)


A veces… nos sentimos como el personaje principal de este video.

viernes, 29 de mayo de 2009

ASTRONAUTA

EL Astronauta se cepilló los dientes . Después, lo despidió su novia con un beso trémulo en el umbral de la casa, el beso quedó tatuado en el vidrio del traje espacial. El Astronauta abordó el automóvil que lo llevaría hasta la plataforma de despegue. El automóvil partió con la imagen de él diciéndole adiós con la mano, su viejo labrador Chocolate, lo despidió a su vez, moviendo la cola y saltando mientras ladraba.

Mientras el Astronauta recorría la ciudad, observaba a través de la ventanilla los edificios y la gente que se apresuraba para llegar al trabajo, reflexionaba acerca de su rutina, y los envidiaba por tener una vida normal.

jueves, 21 de mayo de 2009

CON LA SANGRE AL CUELLO

ERA de madrugada. Yo desperté después de una noche de continuas imágenes tuyas en mi mente, vueltas en la cama y fétidos sudores en la almohada. Me levanté de mi lecho y fui caminando despacio, sigilosamente, con mis pies descalzos hacia la ventana para cortarme las venas. La luna creciente se dibujaba en el dintel, entre el manto oscuro y una nube. Vi mi rostro desconocido por última vez en un espejo, lo rompí, tomé un vidrio, lo deslice por mis muñecas. Después de herirme me quedé contemplado la luna cornuda, recordé que alguna vez te dije que ella era tu espejo, y me asaltaron a la mente estos versos que te gustaban:

La luna se me murió

Aunque no creo en los ángeles.

La copa final transcurre

Antes de la sed que sufro.(*)

Poco a poco mi habitación fue anegándose de sangre, cuando estaba cubierto hasta el cuello, de lo más profundo de mi alma surgió mi otro yo, éste me dijo: “Ronald ¿Qué has hecho? ¿Qué decepción ha sido tan grande para que quieras cruzar el Umbral de los Muertos?” Y yo sólo pude responderle: fue la luna. No os preguntéis más, y dejadme morir.
______________
(*) Roque Dalton Odiar el amor

martes, 19 de mayo de 2009

Vida, pasión y muerte del antihombre IV (Pedro Geoffroy Rivas)

De légamos profundos, inconforme,
levantándose absurda, desmedida,
monstruosa de protestas,
agria voz que me agobia,
que me empuja,
que me alza y me sumerge.
Ronca voz que desconoce las palabras,
ancho grito sin fondo,

hosco alarido
descubriéndome entrañas ignoradas,
estrujándome perdidos corazones,
ahogándome gargantas imprecisas.


Ola de agua sin cauce,

inopinada,

violento viento ardiente sin fronteras,

oscurecida vos mía y ajena resonando en oídos que siempre la esperaron,

envolviendo la sangre en venas nuevas,

encendiendo otros ojos,

desatando otra lengua.


Enmohecidos brazos la enarbolan,

puños que antes colgaban levantados,

ruda testuz erguida

negándose al yugo y al inútil arado.


¿De dónde vino a mí?

¿De donde fue en nosotros?

¿Quién arrojó semillas a los surcos hambrientos?

¿Desde cuándo eran nuestras las estrellas?


De aquí, de allá, ellos, nosotros, desde siempre.


Para qué preguntar.


Lento buzo de fuente humilde y minima

trajo palabra antípoda para la voz alzada.

desbordada respuesta, ancha, sin tregua,

palpitando en las vértebras mismas de interrogaciones.

médula joven mía, tensa y firme.


Y a los potros del viento fatigaron los ecos.


martes, 5 de mayo de 2009

APUNTE DE UN FOTOGRAFO.

Mi cámara era una Nikkon. Yo pasaba mis vacaciones en San Salvador. Casi todas las noches salía a pasear por el centro hasta tarde; mi ruta preferida era caminar por la calle Darío y deambular por el Parque Bolívar, la Plaza Morazán, el Parque Libertad, y el Ula Ula, con la iglesia El Rosario a un costado, la que yo suelo llamar de cariño: “La Tortuga”. Andaba en busca de una buena fotografía y sacaba bonitas fotos de las estatuas de Bolívar y Barrios, cada uno sobre su caballo: en su parque homónimo el primero y en el Libertad el segundo. Al observarlos a ambos rememoraba – con gusto – aquellos versos de Borges, rayanos en el artificio:
Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete
que, alto en el alba de una plaza desierta,
rige un corcel de bronce por el tiempo…(*)
Siempre que estoy en un lugar me gusta pensar en como hubiera sido en otra época, imaginarme que gente ha caminado por el mismo camino, quién ha gastado antes con la vista las mismas cosas que veo yo. Cuando pasaba por los puestos solitarios del mercado pensaba en como se ven de día, con toda la gente y el caos de microbuses; San Salvador es bonita, no es como dice Cerati de Buenos Aires “tan susceptible”(**), sino que encierra algo más: siempre, aún nocturna y solitaria, se siente una tensión, es como si estuviéramos parados sobre un horno que nos hace ir de prisa, mover las plantas de los pies rápidamente para no quemarnos, quizá porque a la base está el fuego de un volcán.

A menudo se ven estampas que reflejan esa tensión y manifiestan la pobreza, violencia y lo sórdido. Todos sabemos que El Salvador es uno de los países más violentos de America Latina, sólo falta poner de ejemplo mi caso, soy un visitante reciente en la capital, pero en una de las ciudades más “tranquilas” del país tuve mi primer susto por la delincuencia: cuando, en un microbus, unos pandilleros me confundieron con un policía que supuestamente ellos conocían, me amenazaron con una pistola y por poquito me roban la laptop. Menos mal que no se dieron cuenta que eso era lo que llevaba en mi mochila ¿¡¡Ya voy a parecer policía yo!!? Como se atreven a confundirme, no es que tenga de menos a los uniformados, lo que pasa es que me ofendo porque no soy tan feo para que me anden comparando. De suerte que me salvé de una situación desagradable. Y además, no es eso lo que quiero relatar.

Como decía, vi muchas cosas propias de nuestros países, y que son una perfecta materia prima para congelar en la cámara: fotografíe sus cloacas que sueltan bocanadas de vapores fétidos; las luces nocturnas que acentúan las figuras de las prostitutas y los travestis, haciéndolos parecer espectros; los locos, que pululan en la ciudad y de los que siempre nos resultan sus particularidades. Pero lo que fue mi alegría esa noche, fue que veo en plena calle, una indigente que se baja los calzones en la acera y enseña sus nalgas mientras orina en público. Saqué mi cámara, ella extendió la mano y me dijo entre el flash: “no me tome ninguna foto”, cuando guardé la cámara en el estuche y la puse en un bolso que llevaba, un niño apareció corriendo de la nada y me arrebató el bolso donde llevaba mi Nikkon, me habían robado la cámara, pero no me dolía el hecho de haber perdido el objeto, sino haber perdido la foto, pues en el poco tiempo que la pude revisar en el visor, vi que era una foto muy buena, que reflejaba la cotidianidad de nuestros países latinoamericanos.

_______________________

[*] Borges: Oda escrita en 1966, en El Hacedor.
[**] Soda Stereo: En la ciudad de la furia. Disco: Doble vida (1988).

miércoles, 15 de abril de 2009

FRASE:

Quisiera ser, en prosa, un poeta muerto al que se le hecha de menos…

Jules Renard

martes, 31 de marzo de 2009

CARTA ABIERTA II.

Eclesiastés 3. 2- 9.
Estoy viviendo una de las mejores etapas de mi vida. Y quiero compartir con ustedes parte de la felicidad que siento en estos momentos.Como lo dije en la carta abierta del año pasado: cada vez que tengo la oportunidad de cumplir años cierro otro ciclo, y éste lo quiero clausurar agradeciendo a todas las personas (entre conocidos y amigos) que han externado sus críticas a Luz Bella Averni.

Alguna vez dije que este blog no era un diario personal ni mucho menos, siempre he querido que sea una actividad sería: hoy me retracto de esas palabras, pues al revisar los pasados post he descubierto que Luz Bella Averni es una especie de exploración interna; es entrar a la Cienaga de mi Alma, tan llena de contradicciones. Hoy puedo pensar que este blog es una búsqueda sincera e intensa a mi mismo de manera indirecta. A lo largo de sus líneas hay una especie de ajuste de cuentas con mi persona. Es también el reflejo del millón de fantasmas que me atacan en la cotidianidad.

Averni (como le llamo de cariño) va sobre dos años, y quiero tomar como excusa la licencia de esta carta abierta para reconocer a: Alex Calvillo, Erick Barrera, Edwin Vázquez, Santiago Vázquez, Krissia Caishpal, David López, Luís Borja, Julio González, Mario Zetino, Luís Hernández, Javier Espejo, Raúl Azcúnaga, Daniel Alberto, Edgardo Rincán, Ricardo Carbonel, Beleth (Chile), Gabriel Cisneros Abedrabo (Ecuador), Marie Agustine (Argentina), Franz L. Rieber V (Argentina), Osmin Pineda (Rode Island), Johanna Ortiz (Colombia): A todos les doy las gracias por visitar, criticar y comentar este blog.

Lo único que quiero con esta carta abierta, es tener la certeza de que tú, lector, conversas conmigo en la intimidad de mi casa, con un trago (*) entre las manos.

PD: Debo a mi amigo Julio González el capturar ese segundo mío en la foto.

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(*) Dejo a tu elección el licor, ya sea Vino, Ron, Whisky, Cerveza o Chicha.

lunes, 23 de marzo de 2009

JUAN SCHLENKER: UNA TUMBA PARA OLVIDAR.

Vivo cerca de un cementerio y por lo general me gusta pasear en él. Cuando quiero un poco de tranquilidad para leer y distanciarme del ruido me recluyo entre sus tumbas. Creo que es de un joven anormal como yo el sentirse entretenido con la paz que se respira en ese lugar: la verdad me siento más tranquilo rodeado de los muertos que de los vivos, el cementerio es el único lugar de hacinamiento humano que no detesto. Sé que tarde o temprano descansaré en ese sitio, por eso siento un singular respeto por él. En mis continuas visitas me gusta pasear por sus senderos, sentarme sobre alguna tumba, a leer bajo los árboles de ciprés; ver las estatuas diseminadas por todos lados, y de vez en cuando leer algún epitafio.

En mi cementerio se observan muchas cosas extrañas, propias del alma humana. Para mi es como un gran museo. También es una gran biblioteca llena de historias y biografías por desempolvar. Me gusta leer los epitafios de las tumbas más antiguas; especialmente las de principios del siglo pasado. Una de ellas es la tumba de Juan Schlenker: un emigrante alemán de inicios del siglo XX, Quién junto a Manuel Meza Ayau, en el año de 1906, fundaron la mayor empresa cervecera en El Salvador: Industrias la Constancia.

La tumba es una pequeña lapida que se extiende a la altura del suelo, donde se lee en forma lacónica:


JUAN SCHLENKER:
8 de agosto de 1928
1 er. Maestro Cervecero.
La Constancia S.A.


Desde su base se levanta una especie de obelisco, adornado con un blasón; el cual no puede identificarse con claridad por causa del deterioro que ha vivido a lo largo de los años. Esta tumba sigue el mismo diseño de todos los mausoleos fechados a finales del siglo XIX, y primeras tres décadas del XX. Ese diseño es tradicional en todos los sepulcros ilustres.

Mis pesquisas para investigar más acerca del personaje han sido infructuosas, tal parece que el tiempo se ha encargado de ir borrando toda noticia acerca de él, sólo queda esta tumba, la que dentro de poco demolerán para dar paso a otro ocupante. En la historia oficial de la empresa que él alguna vez fundará son muy pobres las referencias. En la administración del cementerio no he encontrado nada. He revisado los libros de actas y me he resignado a pensar que el acta de Juan Schlenker no se encuentra registrada; infructuosamente he buscado en el viejo y desvencijado libro de mausoleos y tumbas referente a 1928, que es el año en que fue enterrado. He interrogado la caligrafía ilegible de todas las actas del mes de agosto de 1928 y me doy cuenta que hay un vacío: precisamente faltan los registros referentes al 8 de agosto. Sólo queda la breve reseña escrita en su tumba: Es como si le hubieran prohibido ser y haber sido.

La tumba de Juan Schlenker es un ejemplo de lo injusto que es el destino. De cómo la memoria de un hombre al cual se le debe la receta de la cerveza que ha hecho ricos a unos, se pierde en el olvido.

lunes, 16 de marzo de 2009

DÉJÀ VU

Supongamos que soy un hombre racional. Supongamos que me rijo por los postulados de la razón (aunque todos sabemos que dichos postulados, el anti dogmatismo, por citar un ejemplo, siguen siendo preceptos que se transforman en dogmas). Siendo así: ¿Qué sucede cuando un hombre racional experimenta fenómenos inexplicables? o en mi caso: Fenómenos explicados por la ciencia, pero que sus elucidaciones no satisfacen mis expectativas por la complejidad de esas experiencias en mi vida. ¿Qué pasa cuando sentimos llegar a un punto muerto? Donde nuestro racionalismo excesivo no puede darnos explicaciones.

Me habría ahorrado la retórica barata del párrafo anterior, si hubiera empezado por el relato del fenómeno que viví recientemente y que implica a dos personas que considero mis grandes amigos, Alex Calvillo y Alejandro Ventura: el hecho sucedió en la enigmática CASITA DE CHOCOLATE, lugar por lo demás misterioso y sobre el cual se cuentan las más extrañas historias que tienen que ver con lo paranormal. Si mal no recuerdo, eran alrededor de las dos de la madrugada, me encontraba jugando ajedrez “por vez primera” con Alejandro. Alex observaba la partida, y hacia una serie de comentarios con el afán de ver perder a Alejandro. Así estuvimos por largo rato, los tres sentados frente a una pequeña mesa, reunidos alrededor del tablero, cada uno pendiente de la jugada del otro. Así se fueron yendo los minutos, poco a poco las piezas empezaron a acumularse en el lado del tablero del contrario, hasta que nos sucedió algo extraño: en un movimiento de caballo experimenté un Déjà Vu, sentí como si ese momento ya lo había vivido, lo raro fue que en ese instante los tres despegamos la atención del juego y nos vimos a las caras con extrañeza.
Seguimos jugando. Yo me guardé por un momento el comentario de lo que había experimentado hasta que terminó la partida. Después que Alejandro me ganó, me puse de píe y me estiré para desentumecer el cuerpo, bostece, y les dije a mis colegas:

– “hace un rato, en la jugada que hice al mover el caballo para comerme al alfil, sentí algo extraño, algo así como si ya había vivido ese instante”.
Yo me quede callado por un momento, cuando oí que Alejandro sentenció:
– “Tuviste un Déjà Vu”.
–“Sí… Un Déjà Vu” –respondí.
–“Pues a mí me paso lo mismo” – dijo Alex.
–“A mí también” – señaló escépticamente Alejandro. –“Fue la misma jugada. Puedo verte tomando el caballo y haciendo el movimiento, pensé que sólo yo lo había sentido” – Concluyó.

Todos sabemos que una de las explicaciones que se dan acerca del Déjà Vu es que se trata de un fenómeno cerebral, que implica los dos tipos de memoria: la memoria a largo plazo y la memoria a corto plazo, ambas se confunden, creando la impresión de que el momento que se está viviendo entra en un estado de recuerdo, provocando una sensación de familiaridad.

Atendiendo a esta explicación cabe preguntarse: ¿Si el problema es de carácter cerebral? lo lógico es que un solo individuo lo experimente. Entonces: ¿Por qué esa madrugada sufrimos el mismo Déjà Vu tres personas? Esto sólo lo puedo imaginar desligando el fenómeno del terreno de la psicología y transfiriéndolo a la disciplina de la metafísica: la única explicación lógica para mí la da Nietzsche (aunque no es la intención de Nietzsche explicar el Déjà Vu. Pues su finalidad, como la de todo filósofo, es explicar la naturaleza del Ser) en este fragmento, que es el que está relacionada con su concepción del mito del eterno retorno:

Todas las cosas pasan, todas las cosas vuelven; eternamente gira la rueda del Ser. Todas las cosas mueren, todas las cosas florecen de nuevo, eterno es el año del Ser. Todas las cosas se rompen, todas las cosas son unidas de nuevo; la casa del Ser se construye igual a sí misma. Todas las cosas se van, todas las cosas se dan la bienvenida una a la otra de nuevo; eternamente la rueda del Ser mora en sí misma. En cada Ahora, el Ser empieza; en cada Aquí gira la esfera del Ahí en círculo. El centro está en todas partes. El camino de la eternidad está determinado (*)”

Prefiero pensar que Alejandro, Alex y yo, nos encontramos jugando ajedrez continuamente en la eternidad, y que el Déjà Vu que experimentamos esa madrugada de marzo, solo es parte de las repeticiones de nuestras existencias cíclicas. A atribuirle una explicación puramente neurológica, con teorías que a la larga se quedan cortas.
_________________________________
(*) Friederich Nietzsche. (1970) Así habló Zaratustra. Parte tres (el convaleciente). En Colección Nietzsche de bolsillo. Páginas: 329-330.

sábado, 28 de febrero de 2009

PREMONICIONES.

Ronald Orellana.
Tenía la capacidad de leer el destino en el rostro de la gente. Cuando caminaba por las calles se entretenía leyendo las desgracias y sufrimientos en las caras de los transeúntes: “Ese tipo tiene cáncer – se decía al ver a un señor en la estación del metro – él no lo sabe, pero la enfermedad lo matará dentro de cuatro años, pasará por dolorosas quimioterapias, perderá el cabello. En su casa tiene un gato, es padre de tres hijas y su esposa es diabética.”

No tenía novia ni amigos, porque sentía miedo de encariñarse con otra persona, de la que pudiera conocer sus mentiras, traiciones, envidias, hipocresías y enfermedades terminales. Más que todo, tenía temor a enamorarse, porque Él conocería el final de la relación y sufriría por el dolor que le ocasionaría la pérdida.

Por las tardes, al salir del trabajo, se pasaba las horas solo en un parque. Muriéndose de envidia y a la vez conmiserándose de las parejas que abrazados para soportar el frío, se amaban en las sombras, o la luz de un farol, mientras Él se helaba sentado en su butaca, sin más compañía que un cigarrillo. A veces se reía con una risa maliciosa al leer el destino de alguna pareja de enamorados que se comían a besos en una esquina: “Ella solo lo quiere por su dinero, tienen tres meses de conocerse. Cuando se casen, procrearan dos hijos, él pasará por una crisis de alcoholismo. Ella terminará amargada porque su marido es asmático y le tocará cuidarlo en los últimos años; tendrá tres amantes, él no sé dará ni cuenta porque se la pasará en los burdeles buscando prostitutas.” Siempre se acercaba a las parejas para saludarlas y felicitarlas hipócritamente. Mientras se marchaba del parque, mascullaba entre dientes un: “Pobres infelices…

Aun así la soledad lo desesperaba. Por las noches soñaba con una mujer de cabello ondulado, piel blanca y de ojos negros como el color del gato: Ella, enfundada en telas vaporosas, lo llamaba a un jardín; mientras corría sus ropas ondulaban en el aire, dando la impresión de que flotaba en el agua, Ella lo guiaba entre la vegetación, pasando por fuentes y laberintos, cruzaban por un arco que los llevaba hasta un llano donde habían muchas bancas, cuando se sentaban en un pequeño escaño, Ella se acercaba para besarlo: eso hacia que él despertara con un sobresalto.

Cada mañana interrogaba su rostro en el espejo pero no lograba ver nada, y es que Él no podía leer su propio futuro. En vano inquiría su rostro fosilizado en las fotografías a blanco y negro, pero no se le revelaba ninguna premonición. Eso le hacia pensar con certeza, en la idea de encontrar una persona que tuviera su mismo don, la cual no podría leer su propio futuro. La idea le martillaba la cabeza, y le daba esperanzas de encontrar a esa mujer.

En vano buscaba en las iglesias, en los bares, los parques y las estaciones del metro. En su trabajo conocía demasiado a todas sus compañeras. Si por la calle abordaba a una desconocida, automáticamente –aunque quisiera evitarlo – leía su vida entera con el simple hecho de mirarla a los ojos.

Un día se levantó con la firme convicción de ir a una agencia matrimonial. Al llegar y revisar entre todos los expedientes de las aspirantes, revisando sus fotos, no había ninguna a la que no le pudiera leer su destino. Pero después de pasar expediente tras expediente, encontró la foto de una mujer a la que no le pudo leer el rostro: era una morocha de ojos negros; su capacidad premonitoria no funcionaba frente a el retrato a blanco y negro: “esa es la mujer con la que he venido soñando todos estos días” pensó, y con premura hizo las gestiones para concertar el encuentro.

Fue mutua la atracción cuando se conocieron. Ella le contó que se ganaba la vida leyendo las líneas de la mano. Él le confesó todo sobre su capacidad premonitoria, le contó que antes de conocerla ya la había visto en un sueño. Ella también le refirió que desde niña había tenido una pesadilla constante: siempre soñaba que se encontraba perdida en un bosque oscuro, poblado de árboles sin hojas, de los que colgaban siluetas de hombres ahorcados, pero a causa de la neblina y las sombras nunca podía distinguirles el rostro. A los pocos días decidieron irse a vivir juntos, pactando de común acuerdo no tocar el tema de las premoniciones, y así, tratar de vivir como una pareja común y corriente.

Pasaron los años, Él siempre sentía miedo, por eso le escondía la palma de sus manos. Quizá por el tiempo que llevaba juntos ella fue adquiriendo la facultad de leer los rostros, pero lo guardaba como un secreto. La convivencia se hizo difícil entre ambos: ella dejó de verlo a la cara, comenzó a distanciarse poco a poco, discutían por trivialidades, Ella no podía dormir y si dormía un poco era victima de continuas pesadillas: una noche se volvió a soñar desnuda, perdida en el mismo bosque nebuloso, siempre con los mismos árboles frutecidos de cadáveres, Ella se acercó a uno de los ahorcados que tenia cubierta la cara por la neblina, cuando le desveló el rostro vio la cara de su marido, echó a correr entre los árboles viendo en cada uno de los hombres que pendían de las ramas, el mismo rostro multiplicado centenares de veces.

Esa mañana se levantó temprano, se fue de la casa sin decirle una sola palabra.

Él no la buscó, resolvió esperarla por unos meses, con el tiempo se fue deprimiendo más al ver que ella no volvía. Un día perdió el empleo y por la desesperación decidió suicidarse, colgándose del dintel de una de las puertas de su casa. Hoy Ella se sigue ganando la vida leyendo las líneas de la mano, y se entretiene en las calles, escrutando el destino en le rostro de los transeúntes.

miércoles, 25 de febrero de 2009

El capítulo más bello de El Principito.

El primer libro que leí completo fue El Principito, tengo que aceptar que no soy un lector precoz, pues aprendí a leer a los 6 años y el libro calló en mis manos a los 7.

Hoy me sentí como se habrá sentido el Principito en el pasaje del jardín de las rosas. Pero no es del capítulo XX el que quiero reseñar, sino el capítulo siguiente, que corresponde al encuentro entre el Principito y el Zorro: esa es una de las piezas de literatura que más me ha gustado desde que era niño. Es importante saber que la lección más importante que recibió el principito en la tierra, fue dada por el Zorro, sólo el pudo enseñarle que lo verdaderamente importante es invisible a los ojos, hay que ver con el corazón.

Este apartado es bueno para reflexionar: ¿Cuantas veces hemos sido un Principito? ¿Cuántas veces hemos sido el Zorro? ¿Cuantas personas nos han domesticado? ¿Quienes se han ido de nuestras vidas? ¿Cuantas despedidas nos ha tocado llorar? Pero la final sabemos que en cierta forma no hemos perdido, porque tenemos la certeza de que el tiempo que hemos compartido con ellos es lo que los hizo importantes, y aunque nos duelan las despedidas, sabemos que al caminar por las calles que concurríamos, al visitar una tumba, al ver una película que compartimos juntos, siempre vamos a recordarlos. Como el Zorro recuerda a un niño triste, que un día conoció en una llanura, al ver el color dorado y escuchar el susurro del viento entre los campos de trigo.


Fue entonces que apareció el zorro:
- Buen día - dijo el zorro.
- Buen día – respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta pero no vio a nadie.
- Estoy aquí – dijo la voz –, bajo el manzano...
- Quién eres ? – dijo el principito. – Eres muy bonito...
- Soy un zorro – dijo el zorro.
- Ven a jugar conmigo – le propuso el principito. – Estoy tan triste...
- No puedo jugar contigo – dijo el zorro. – No estoy domesticado.
- Ah! perdón – dijo el principito.
Pero, después de reflexionar, agregó:
- Qué significa "domesticar" ?
- No eres de aquí – dijo el zorro –, qué buscas ?
- Busco a los hombres – dijo el principito. – Qué significa "domesticar" ?
- Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. Es bien molesto ! También crían gallinas. Es su único interés. Buscas gallinas ?
- No – dijo el principito. – Busco amigos. Qué significa "domesticar" ?
- Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa "crear lazos..."
- Crear lazos ?
- Claro – dijo el zorro. – Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...
- Comienzo a entender - dijo el principito. – Hay una flor... creo que me ha domesticado...
- Es posible – dijo el zorro. – En la Tierra se ven todo tipo de cosas...
- Oh! no es en la Tierra – dijo el principito.
El zorro pareció muy intrigado:
- En otro planeta ?
- Sí.
- Hay cazadores en aquel planeta ?
- No.
- Eso es interesante ! Y gallinas ?
- No.
- Nada es perfecto – suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea:
- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. Y además, mira ! Ves, allá lejos, los campos de trigo ? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. Y eso es triste ! Pero tú tienes cabellos color de oro. Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado ! El trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el trigo...
El zorro se calló y miró largamente al principito:
- Por favor... domestícame ! – dijo.
- Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame !
- Qué hay que hacer ? – dijo el principito.
- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente el principito regresó.
- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.
- Qué es un rito ? – dijo el principito.
- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Entonces el jueves es un día maravilloso ! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:
- Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.
- Es tu culpa – dijo el principito -, yo no te deseaba ningún mal pero tú quisiste que te domesticara.
- Claro – dijo el zorro.
- Pero vas a llorar ! – dijo el principito.
- Claro – dijo el zorro.
- Entonces no ganas nada !
- Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo.
Luego agregó:
- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.
El principito fue a ver nuevamente a las rosas:
- Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.
Y las rosas estaban muy incómodas.
- Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa.
Y volvió con el zorro:
- Adiós – dijo...
- Adiós – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el principito a fin de recordarlo.
- Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante.
- Es el tiempo que he perdido en mi rosa... – dijo el principito a fin de recordarlo.
- Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito a fin de recordarlo.