miércoles, 30 de abril de 2008

Lovesong (The Cure)

ESTA NO ES MÚSICA PARA MORTALES.

domingo, 20 de abril de 2008

UNAMUNO Y SUS DETRACTORES.

El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura.
Miguel de Unamuno.


Ronald Orellana.
Miguel de Unamuno, (1962-1936) autor considerado por algunos como el principal exponente de la generación del 98; con un pensamiento estético, humanista y teológico que raya en la contrariedad y la paradoja; de presencia tranquila, observador y meditativo como dicen unos, y de un alma "atormentada" como lo sostienen otros[1].Fue un escritor por lo demás polémico e irreverente para su tiempo. Leerlo fue un reto para mi, comentarlo, es casi una profanación de mi yo.

Y es que aparte de mis prejuicios como lector, entendiendo los prejuicios como algo positivo y no negativo, pues según Gadamer para la hermenéutica son necesarios, ya que nos ayudan a una mejor comprensión[2]. El autor era por lo demás –antes de haberlo leído– desdeñable para mí: pensaba que no tenía nada bueno que enseñarme y por ende había obviado su lectura. Y no es que esté en contra de toda su filosofía, la única propuesta rescatable que tiene es la desvinculación al dogma, (recordemos que esa postura no es nada nueva, por lo tanto él no merece merito por eso) estoy en contra de sus contrariedades, (valga el pleonasmo), las que había conocido por medio de otros autores –Borges por ejemplo– y que corroboré por mi cuenta en mis recientes lecturas.

Se advierte en Unamuno a un escritor sañoso, que escribía con una viseralidad tal que se granjeó el odio de muchos: vasta con leer sus "ensayos" que más bien son sermones, para darse cuenta de eso. Mantuvo una constante polémica con su entorno e inclusive se le observaba riñendo sobre cuestiones teológicas con los sacerdotes que eran sus amigos y confesores, entre ellos el padre Juan Arintero, con el que sostenía grandes coloquios y el que pensaba que a Unamuno "le faltaba humildad". (Cacho Zabalza. 1955. Pág.: 211)

Y es que a lo largo de su vida el autor en cuestión cosechó detractores a diestra y siniestra, desde figuras intelectuales hasta autoridades políticas. Entre los intelectuales podemos hablar de Ortega y Gasset, donde el odio era mutuo, Unamuno se atrevió a decir del madrileño, en una carta que le enviará a un amigo común lo siguiente:

"A Pepe Ortega dale la enhorabuena y dile que si no le escribo directamente es porque no tengo nada objetivo que decirle, y no quiero molestarle con mis arbitrariedades y querellas. Que Dios, el Dios del engaño, le dé luces y fuerzas para engañar a sus discípulos con la filosofía e infundirles la suprema ilusión". (Unamuno citado por Baez Fernando. El subrayado es nuestro)

Mientas tanto, el otro –en sus opiniones vertidas sobre el vasco–, de una forma igual de conflictiva afirma que:

"Unamuno en mí y para mí es una herida que no quiero abrir; algo que deseo no tocar porque me revuelve impresiones casi de angustia que prefiero dejar dormidas. Nadie puede imaginar lo que he padecido con él". (Ortega y Gasset, citado por Baez Fernando)

En lo que respecta autoridades políticas se habla del general José Millán-Astray, pues en el famoso incidente del 12 de octubre de 1936, Unamuno y el General se fueron a las palabras, dentro del aula magna de la Universidad Salamantina, en medio de la celebración del acto de apertura de un curso académico.[3]

Como lo venimos sosteniendo, el autor no tenía muy buenas relaciones con sus coetáneos, sus amigos cercanos podían contarse con los dedos y sus rivales ideológicos eran mayoría, pero él, consiente de su antipatía se escudaba bajo el aforismo que le dijera un amigo, del cual no sabemos su nombre porque él no lo consigna, y que aparece en su "ensayo" Materialismo Popular que dice: "Si quiere usted tener el respeto de la gentes en la segunda mitad de su vida, pásese la primera mitad haciéndose antipático" (Unamuno. 1978. Pág.152)

Cultivador de la polémica, denominado monologador por muchos, tal parece que el escritor se enorgullecía de esa fama, de la que no es difícil encontrar noticias donde acepte de primera mano esas atribuciones, tal es el caso que se consigna en el prólogo de su libro: La agonía del cristianismo:

"¿Monólogo? Así han dado en decir mis…, los llamaré críticos, que no escribo sino monólogos. Acaso podría llamarlos monodiálogos; pero será mejor autodiálogos, o sea diálogos conmigo mismo. El que dialoga, el que conversa consigo mismo repartiéndose en dos, o en tres o en más, o en todo un pueblo, no monologa. Los dogmáticos son los que monologan y hasta cuando parecen dialogar, como los catecismos, por preguntas y respuestas. Pero los escépticos, los agónicos, los polémicos, no monologamos." (Unamuno. 1975. Pág.: 10. El subrayado es nuestro)

Nada más claro que esta noticia, donde el autor acepta que es escéptico y polémico.

Aparte de Ortega y Gasset hay opiniones negativas de muchos autores, para un ejemplo podemos citar a dos de sus compañeros de generación: Pío Baroja y Ramón Menéndez Pidal, quienes enfatizan en la impertinencia del autor. A este respecto el venezolano Fernando Baez, en su artículo: Del sentimiento trágico en Unamuno, sintetiza estas dos noticias diciendo:

"…en sus relaciones, Miguel de Unamuno fue siempre impertinente y no tuvo el menor reparo en obviar todo lo que no tuviese que ver con sus propias inquietudes intelectuales y religiosas, transmitidas posteriormente en cada uno de sus escritos como una sucesión de relámpagos nocturnos. En vida, no fue precisamente un personaje grato, aunque sí popular. " (Baez Fernando)

Y más adelante sostiene:

"Cada vez que releo a Unamuno, vuelvo a comprobar que es imposible estar de acuerdo con él. Pero, como he dicho primero, lo releo. Es, sin duda alguna, un autor poderoso, imprescindible, feroz. " (Baez Fernando)

Y en verdad, es difícil estar de acuerdo con el autor de La agonía del cristianismo, pues en mi caso, aun después de darle el beneficio de la duda, no pude, (a pesar de sus "relámpagos filosóficos"), aceptar el eclecticismo del autor, con una visión muy reducida en la cual pone a España como centro del mundo, donde cualquiera le diría: "señor Unamuno, por si no lo sabe, ya Copérnico descubrió que ni siquiera la Tierra es el centro del Universo, cómo usted, hijo de su época, piensa que España y las costumbres españolas son el centro de la civilización". En su delirante idea de una españolización de Europa y América; arremete contra París y los países latinoamericanos. En los sermones El resorte moral y La envidia hispánica.[4] Llama a los países latinoamericanos: "pueblos jóvenes, de cultura incipiente o advenediza" (Unamuno. 1978. Pág.: 134)

Inclusive se atreve a argumentar que la literatura latinoamericana no es más que una copia de la literatura española, siéndolo así porque América Latina es heredera de la lengua castellana, como si el uso del mismo idioma tuviera que ver con la visión de mundo de una determinada cultura. Es más, los latinoamericanos han enriquecido y aportado mucho a la literatura, desde distintos flancos, al contrario de los españoles, quienes fuera de unos cuantos buenos autores, -que son raros por cierto y claro, Unamuno nunca será el caso-, no han contribuido para nada en la Literatura Universal.

No es que yo me posicione en contra de España, no, en ningún momento he dicho tal cosa, de lo que estoy en contra es del pensamiento provincial del autor al tratar de absolutizar su patria, como si todos los demás países estuvieran imposibilitados a la cultura.

Además de ser cristiano, aunque no un ortodoxo, fue un gran respetuoso de las teorías darwinistas de la evolución, talvez ese sea el único merito que puedo encontrarle. Sobre Charles Darwin afirma que:

"Darwin fue un espíritu sereno, ponderado, prudente, nada dogmático y nada sectario, un verdadero científico" (Unamuno. 1978. Págs.147-148)

Por el contrarío, arremetió contra Nietzsche, Kant, Kropotkin, y Comte, a quienes llamó agnósticos y a sus seguidores: "sectarios dogmáticos del cientificismo".[5] Y por el lado de la literatura son famosas sus saetas lanzadas contra los franceses: Víctor Hugo y Emile de Zola: diciendo que: "Las pretensiones científicas de Zola hacen reír hoy tanto o más que las pretensiones filosóficas de Víctor Hugo" (Unamuno. 1978. Pág.: 136)

Sus detractores rebasan los años y los pilares de Hércules, así podemos encontrar en América autores de gran peso como Borges, quien ha sido su crítico más importante. Y como entusiasta de las ideas de Borges que soy, es lógico que reniegue de las posturas de Unamuno. De todas las ideas de Unamuno que Borges critica hay que considerar la inmortalidad, pues el vasco era una persona que sufría por la mortalidad de su cuerpo y alma, a esta tesis por lo demás absurda Borges lanza una de las observaciones más fuertes:

"Unamuno escribió que él veía a Dios como el productor de inmortalidad y que sólo eso le interesaba: su inmortalidad. Qué bruto. Cómo no le interesa saber si el mundo tiene algún sentido. ¿Por qué le interesa tanto su inmortalidad? No creo que Unamuno hubiera adelantado mucho en el proceso de despersonalización. " (Borges. 1958)

Sorprende leer de Borges una crítica tan directa, pues sabemos que no es su estilo, el argentino siempre ha gustado por la clase y la elegancia en sus observaciones y refutaciones, ¿Fue tan grande el remedo que Borges sentía por el vasco, que no se preocupó ni siquiera en guardarle el respeto?

Y es que Unamuno no se preocupo de guardarle el respeto al argentino cuando aun era un joven, en la ocasión en la que junto a Antonio Machado con malicia y altanería se burlaban de los jóvenes ultraístas, y donde Unamuno parodia un verso de Bécquer para decir lo siguiente:

"volverán las oscuras golondrinas….
¡Vaya si volverán!
Las románticas rimas bequerianas
Gimiendo volverán…
(…)
Más los fríos refritos ultraístas,
Hechos a puro afán,
Los que nunca arrancaron una lágrima,
¡Esos no volverán!
(Unamuno, citado por Fuentes Vázquez.)

Como sabemos, el joven Borges, allá por los años 20, era ultraísta. Y si continuáramos con las glosas detractoras que Borges escribiera en contra de Unamuno, necesitaríamos un ensayo completo para desarrollar el tema: creo que la que más encierra la visión borgesiana hacia el vasco es la afirmación siguiente:"Yo, por ejemplo, me puse demasiados fines: remedar ciertas fealdades de Miguel de Unamuno." (Borges citado por Fuentes Vásquez)

Tal parece que el único punto en común entre ambos autores es su aprecio por El Quijote.

Para finalizar sólo me queda decir que Unamuno buscó el camino más estrecho en el ámbito intelectual; tuvo que dar más de cien veces en la herradura y casi nunca dio en el clavo, recordamos más las ideas de sus detractores que las posturas de él mismo; sus libros se empolvan y llenan de polilla en los estantes de las bibliotecas; ¿será cierto entonces que la historia le hace justicia a las personas? y si es así, la historia nos dice que las ideas de este autor no merecen ser perpetuadas.

NOTAS.
__________________
[1] Al respecto revisar la conferencia: UNAMUNO "Un gran español, con el alma atormentada" dictada por el embajador de España Dr. Antonio Cacho Zabalza, en el ateneo salvadoreño sobre el marco de la celebración del primer centenario del nacimiento del autor, que aparece recogida como ensayo en la revista ECA nº 195 agosto de 1955.
[2] Gadamer desarrolla el problema de los prejuicios en el libro: VERDAD Y MÉTODO: Fundamentos para una hermenéutica filosófica. En el capítulo II, Fundamentos para una teoría de la experiencia hermenéutica. Apartado 9: La historicidad de la comprensión como principio hermenéutico, numeral 1º El círculo hermenéutico y el problema de los prejuicios: que comprende de la página 331, hasta la 360.
[3] Sobre el particular, ver la biografía del autor publicada en el sitio: http://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_de_Unamuno; y la nota periodística que apareciera en el Diario El País, de España: Unamuno continúa siendo "celestina" y "antipatriota", escrita por Ignacio Francia (2006), reportaje referente a la discusión. Encontrado en el sitio: http://www.elpais.com/articulo/espana/Unamuno/continua/siendo/celestina/antipatriota/elpe puesp/20061229elpepinac_20/Tes
[4] En Mi religión y otros ensayos breves.
[5] En los "ensayos" Cientificismo y en Escepticismo fanático.

BIBLIOGRAFÍA.

Física:
Cacho Zabalza. A.
UNAMUNO: Un gran español, con el alma atormentada. Revista ECA nº 195 agosto de 1955.El Salvador: Centro América.
Gadamer H. G. (1984) VERDAD Y MÉTODO: Fundamentos para una hermenéutica filosófica, Ediciones Sígueme: Salamanca. España.
Ruiz Abreu A. (1984) Modernismo y Generación del 98. Editorial Trillas: México Distrito Federal.
Unamuno M. (1968) Algunas consideración sobre la literatura hispanoamericana. Espasa-Calpe, Colección Austral: Madrid, España.
Unamuno M. (1975) La agonía del cristianismo. Espasa-Calpe, Colección Austral: Madrid, España.
Unamuno M. (1978) Mi religión y otros ensayos breves. Espasa-Calpe, Colección Austral: Madrid, España.

Virtual:
WIKIPEDIA, enciclopedia libre: Biografía de Miguel de Unamuno. Encontrada en el sitio:
http://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_de_Unamuno.
DIARIO EL PAÍS, España: Francia Ignacio. (2006) Unamuno continúa siendo "celestina" y "antipatriota" Encontrado en el sitio:
http://www.elpais.com/articulo/espana/Unamuno/continua/siendo/celestina/antipatriota
/elpepuesp/20061229elpepinac_20/Tes.
BIBLIOTECA CENTRAL MIGUEL DE CERVANTES: Fuentes Vázquez. M. (2002). Notas provisionales de una lectura compartida (de Borges a Unamuno). Tomado del sitio:
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01159285567501542318813/p000
0004.htm#PagInicio.
NEURÓTICOS.COM: Baez Fernando. Del Sentimiento Trágico de Unamuno. Tomado del sitio: http://www.geocities.com/tragicounamuno/ensayo4.htm/.

IMÁGENES:
Por orden de ubicación.
[1] Biografías y vidas:
http://www.elpais.com/articulo/espana/Unamuno/continua/siendo/
celestina/antipatriota/elpepunac/20061

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miércoles, 9 de abril de 2008

Espantapájaros 18 (OLIVERIO GIRONDO)

En Apocalipsis 22: 18-19, se dice que las personas que agregen palabras o incisos a las páginas de La Biblia, arrastrarán la maldición de ser borrados del libro de la vida: yo – siendo fiel a mi naturaleza de anatema– , me tomo la libertad de agregarle unas palabritas a este poema de Girondo:

Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología, (de Semiótica y Literatura ), llorando, festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando.

Llorar como un cacuy, como un cocodrilo…. Si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.

Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca.

Llorar de amor, de hastió, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisado, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día.