domingo, 30 de octubre de 2011

De profundis (George Trakl)

[Les dejo este poema de Georg Trakl]

Hay un campo de rastrojos donde una negra lluvia cae.
Hay un árbol pardusco que se yergue solitario.
Hay un viento susurrante que abraza las chozas vacías.
Que triste este atardecer.

De paso por el caserío,
recoge aún la dulce huérfana escasas espigas.
Sus ojos pacen redondos y dorados en el crepúsculo,
y su seno aguarda al prometido celestial.
Al regreso
hallaron los pastores el dulce cuerpo
descompuesto en el zarzal.

Una sombra soy lejos de lúgubres aldeas.
El silencio de Dios.
bebí en el manantial del bosquecillo.
Mi frente pisó un frío metal.
Arañas buscan mi corazón.
Hay una luz, que se extinguió en mi boca.

De noche me hallé en un páramo
lleno de inmundicias y polvo de las estrellas.
Entre los avellanos
Sonaban de nuevo ángeles de cristal.




jueves, 27 de octubre de 2011

Los que marcan el camino...

Es así en definitiva ese deseo de descubrir el presente desde una perspectiva “Otra”, de pensar la condición política y existencial de El Salvador de hoy en día desde una visión inédita en la ciencia social, lo que motiva mi proyecto de elaborar paulatinamente una historia crítica de la literatura salvadoreña...
R. L. M.

Recuerdo que conocí personalmente al Dr. Rafael Lara-Martínez durante un curso de Antropología y Literatura que dictó allá por el año 2007, en el Instituto de Estudios Históricos y Antropológicos de Universidad de El Salvador. Hasta ese entonces, sólo había leído un libro suyo: “HISTORIA SAGRADA E HISTORIA PROFANA: el sentido de la historia salvadoreña en la obra de Francisco Gavidia” (*) donde define el soterismo (**), como eje central en la obra gavidiana para definir y comprender la identidad e historia salvadoreña.
Al recibir el curso, no sólo pude darme cuenta de la capacidad del Maestro, capacidad no sólo demostrada en la erudición que le caracteriza, pues si tratara de hacer un recuento de sus títulos obtenidos, y de sus publicaciones, la lista se haría larga. Si no también reconocería en él a una agradable persona, de trato amigable, carisma, buen sentido del humor y amabilidad.
Han pasado algunos años después de eso, Lara-Martínez ha engrosado el listado de sus publicaciones, demostrando su disciplina y compromiso con el trabajo académico, siendo así, uno de los estudiosos más serios de nuestro país para nuestros tiempos, no en balde, como palabras proféticas, se leyera en la nota introductoria del libro arriba citado, y que son autoría de la antropóloga gloria Aracely Mejía de Gutiérrez las siguientes líneas: “Sin lugar a dudas, el Dr. Lara-Martínez es uno de nuestros jóvenes valores intelectuales, de enorme capacidad y genialidad ”(***). Rafael Lara-Martínez es, a todas luces, un pionero.
También ha demostrando su enorme capacidad como ser humano sobreponiéndose a un cáncer, del cual hasta la fecha no ha sanado completamente, pero del que esperamos, sus familiares, alumnos y allegados, que gane la lucha.
Es así que esta nota la escribo, en el contexto de un reconocimiento que será entregado a su persona, él recibirá el Premio Nacional de Cultura 2011, edición Bicentenario, que será otorgado por sus aportes en beneficio de la investigación cultural que ha legado a nuestro país. Un reconocimiento bien merecido, y que desde mi punto de vista, se queda corto para premiar el trabajo realizado por el Maestro. Hay que recalcar también que se trata de un premio tardío, pues hubiera sido otorgado en años anteriores, pero que de igual forma, me llena de alegría que el Dr. Lara-Martínez reciba dicho reconocimiento.
Espero que siga cosechando, pero sobre todo, espero que siga con ese anhelo inquebrantable de no mantenerse quieto, alimentando siempre más proyectos.


______________________
[*] Lara-Martínez, R. (1991) HISTORIA SAGRADA E HISTORIA PROFANA: el sentido de la historia salvadoreña en la obra de Francisco Gavidia. CONCULTURA Dirección de Publicaciones e Impresos; San Salvador: El Salvador.
[***] De: “Soter” palabra griega que da significado a “Salvador” o a “Divinidad”; como por ejemplo, para la civilización griega el vocablo “Soter” es también una manera de designar a Zeus. El “Soter” en el sentido gavidiano sería la forma de designar a una especie de héroes nacionales, que adquieren un aurea mítica y que aparecen en la historia salvadoreña de forma periódica para asentar una renovación cultural, la que se centra en un fundamento antisacrificial, dialógico; en otras palabras: personajes que marcan un camino a seguir. Para tener una idea más profunda del concepto, revisar el libro arriba citado. Pág.:17, 23, el concepto se extiende satisfactoriamente en el capítulo I.: “Presupuestos simbólicos de la escritura en la historia en Gavidia”, clausula: I.I “De Soter”
[**] ibíd. Pág.: 7.

sábado, 22 de octubre de 2011

DESPEDIDA...

La rosa se aleja, perdiéndose en el color del jueves, el adiós fue un pájaro invisible, que lentamente se llevó mi alegría. Ahora todo es más frío, hay más color en la nieve que en el pasto reverdecido. No hay vientres fecundados, ni tierras cultivadas por mis manos: todos los momentos que atesoramos no fueron nada, ni las horas de vigilia, ni las de sueño, ni las que pasamos en duermevela. Hagamos silencio, el silencio es lo único que importa, él es un extraño niño juega entre nosotros y nos calla: él es puro.

Oye en el bosque, el viento va haciendo un murmullo cuando pasa entre las ramas ¡Caminemos! vamos a dar un paseo, sintamos las hojas mojadas bajo nuestros pies descalzos; siente el frió de las piedras, pídele disculpas por pisarles, oye como te responden, recoge una: tiramela, lápidame, se la persona en lanzar la primera piedra, ¿estás libre de culpas? ¿estás libre de vacío?: ¿vives?... ven, toma mi mano, hace mucho que no recuerdo, que ya no recuerdo si alguna vez había recordado algo. Sigamos caminando por el bosque, disfrutemos del frío, sólo eso nos queda, el tacto, sentir con la piel, sentir con la lengua, con los labios, no hablemos, comamonos a besos. Mira: un sendero de piedra... Mira: una cabaña, te invito a que entremos, regálame una sonrisa, congela el ambiente, regálame un poco del hielo de tus lágrimas, ponlas en un baso, sirvamonos un ron, entremos a la sala, subamos las escaleras, vamos a la habitación, vamos a la cama, hagamos el amor, durmamos, mañana no estarás aquí, mañana estaré solo y ya no tendré con quien disfrutar la lluvia, ya no tendré con quién ir al bosque, ya no tendré quién me lancé piedras ni quién me de sus lágrimas para inundar mi vaso. Te irás con el viento, te irás en viernes y junto a ti partirán mis años invernales, entrará el otoño, con sus cuchillos, caminaré por ciudades amarillas y azules, me pararé frente a malecones para ver los barcos, me aferraré a buscarte, y tú evitarás nuestro encuentro borrando rastros.

Esta noche hay algo raro en el bosque, allá afuera: ¿no lo escuchas? ¿Será la Muerte que se cuela entre las ramas? ¡Salgamos! Vamos a dar un paseo (Para que yo pueda matarte entre las zarzas...)




martes, 18 de octubre de 2011

CAÍN UN MISTERIO (Lord Byron)

[Les dejo la tercera parte de mi traducción de esta pieza]
Acto I. Parte III







Lucifer: Entonces, ¿quién fue el demonio? El que no les permitió discernir, o el que les ha hecho vivir con los ojos abiertos para siempre, el que les ha dado el poder del conocimiento?
Caín: A ese árbol mejor hubiera sido que le arrebataran todo los frutos, o no haber tocado ninguno!
Lucifer: El discernimiento ya es tuyo, la inmortalidad es lo que te espera.
Caín: ¿Cómo es eso?
Lucifer: Hoy son ustedes mismos, esa es su fuerza. Nada puede opacar tu mente, si tu mente hoy es el centro de todas las cosas. (Caín se tambalea al al escuchar esto.)
Caín: ¿Pero... fuiste tú el que tentó a mis padres?
Lucifer: ¿Yo? Pobre barro... ¿¡Cómo pude haberlos tentado!?
Caín: Ellos dicen que la serpiente era un espíritu.
Lucifer: ¿Quién dijo eso?¿No está escrito en las alturas?: “El soberbio no se falsificará más.Aunque el temor del hombre sea grande lo supera su vanidad, poco puede hacer la naturaleza espiritual para evitar que cayera poco a poco...” La Serpiente era una serpiente: nada más, sin embargo pudo tentarlos con astucia. En la tierra y en la naturaleza también hay sabiduría que el hombre no podrá superar, pues ella le mostró de antemano el conocimiento fatal de sus placeres más bajos ¿Piensas que yo tomaría la forma de las cosas que mueren?
Caín: Pero esa cosa tenía un demonio?
Lucifer: Él la despertó, pero ella fue la habló con su lengua bifurcada. Te digo que la serpiente no era más, que una simple serpiente: preguntale a los Querubines que custodian el Árbol Tentador. Cuando miles de años hayan pasado sobre sus cenizas muertas, y su semilla, la semilla del mundo, verás lo que pudo ser en toda esta historia. Y me atribuyen una forma que yo desprecio, como yo desprecio a todo lo que se inclina ante él, que hizo las cosas, pero para magnificar su prepotencia, durante toda la eternidad; pero nosotros, que vemos la verdad, tenemos que hablar. Tus padres inexpertos escucharon a un reptil, Y cayeron ¿Para que se molestaría un espíritu en tentarlos? ¿Porque habían de envidiar los estrechos límites del Paraíso, los espíritus que habitan por todo el cielo? - Pero te hablo de algo que tú no conoces, aún con todo el discernimiento que te dio el comer del fruto del Árbol del Conocimiento.
Caín: Pero tú no puedes hablarme de algo que yo no pueda entender, tengo la sed de conocimiento yo quiero tener una mente sabia.
Lucifer: observarás con el corazón?
Caín: Te lo demostraré.
Lucifer: Te atreverás a mirar a la muerte?
Caín: ¿Él todavía no la ha visto?
Lucifer: Eso tiene que ser algo a lo que debe ser sometido.
Caín: Mi padre dice que es algo terrible, y mi madre llora cuando es nombrada; y Abel levanta los ojos al cielo, y Zillah agacha la cabeza viendo hacía la tierra, y susurra una oración, y Adah me mira, y no habla.
Lucifer: ¿Y tú?
Caín: Tengo una multitud de pensamientos indescriptibles que siento que en el pecho se me incendia. Cuando oigo hablar de esta Muerte Todopoderosa, que es, al parecer, inevitable. ¿Podría luchar con ella? Luché con el león, cuando era un niño.
Lucifer: La Muerte no tiene forma, pero va a absorber todas las cosas. Que tengan la forma de esta Tierra que han nacido y que irán naciendo.
Caín: ¡Ah! Pensé que era un ser: ¿Quién podría hacer cosas tan malas a los demás seres si no es un ser?
Lucifer: Preguntale a la Destrucción.
Caín: ¿Quién?
Lucifer: El Creador - Llamalo con el nombre que tú quieras: Él crea pero también destruye.
Caín: Yo no sabía que... sin embargo, ese pensamiento ronda mi cabeza desde que me enteré de La Muerte: aunque no sé lo que es... y sin embargo, me parece horrible. He mirado afuera, en la noche inmensa, me embarga una desolación en busca de Ella; Y cuando vi las sombras gigantescas en el resentimiento de las paredes del Edén, y los relámpagos por el parpadeo lejano de las espadas de los Querubines, me di cuenta porque decidí venir: porque con el miedo se levantó el anhelo en mi corazón para conocer que es lo que verdaderamente estremece a todos. Pero nada he logrado, Y entonces volví mis ojos cansados arriba de nuestro hogar, el paraíso prohibido, hasta las luces por encima de nosotros, en el azul, esas luces que son tan hermosas: ellas también mueren?
Lucifer: Tal vez - pero sobrevirán a uno de los dos, a tí o a mí.




Imágenes:
Gravados de Gustav Doré, sobre El Paraíso Perdido de Milton.

sábado, 15 de octubre de 2011

Tristeza...

¿Qué sentimiento me devora? a mí, piedra, esta noche que camino por esta calle gélida. Con mis zapatos rotos donde se cuela la brisa. Y entre las lechosas luces, mi sonrisa se vuelve mueca; porque vivo en la ciudad donde todos sufrimos el desamor, que se asemeja al hambre. Donde los jóvenes lloramos porque nuestra esperma está maldita y los viejos esperan la muerte, sentados en las bancas de las plazas públicas.

Lloro las mismas lágrimas de mi generación, cada lágrima es una letra: mi desconsuelo es tener los ojos abiertos. Vivo en esta ciudad cargada de tugurios, apestada de indigentes en los umbrales, con olor a orines y travestis deambulando por las avenidas, donde todos somos remedo de vivientes. Donde sólo me quedan unas cuantas piedras en las que pueda trastabillar, y caer, y golpearme las narices, y dejar mi charco de sangre negra sobre la acera.

Que extraño: esta calle se llama “Libertad”, y termina en un callejón sin salida. Nadie está cerca: ¿Dónde hay una sombra que pueda cobijarme? Tengo sed, estoy cansado, el suelo tiembla bajo mis pasos, no puedo sostenerme más; me siento en la acera, palpo el concreto: está húmedo por la lluvia y los charcos reflejan las luces lechosas, me arrodillo para lavarme la cara, estando en el borde, veo mi rostro y recuerdo a un niño en otro tiempo: un niño llorando, sentado entre la multitud, todos pasaban, se dirigían autómatas hasta sus trabajos, a sus casas, al supermercado,… a la cita; todos con algo importante por hacer, todos conectados con la vida, nadie reparaba en el niño que estaba perdido, nadie lo veía, él sólo deseaba que alguien le hablara, sólo quería comenzar una conversación cualquiera, algo trivial, para empezar a olvidar algo más trivial aún: el sentirse solo.

Ahora recuerdo que ayer tenía una quilla donde asirme. Y hoy no tengo nada. Ahora agradecería tener una venda en los ojos, agradecería volver a estar ciego. Las últimas cosas en las que creía se fueron cuando halé la cadena del retrete. Esta noche, mientras camino por esta calle gélida, me siento contra las cuerdas, estoy frente a las candilejas de mi última escena.



sábado, 8 de octubre de 2011

[07.10.11]

Como satisfactoria, puedo calificar la experiencia del pasado viernes 7 de octubre, en el marco del “X Festival Internacional de Poesía de El Salvador, Edición Bicentenario”, que se extendió durante toda la semana; pero, que en su momento, yo sólo participaría en un recital, el que se desarrollaría en la Universidad Tecnológica de El Salvador. Leí junto a José B. González (EE.UU), Ana María Unhold (Argentina), Kristian Guttesen (Islandia), Joan Bernal Brenes Navarro (Costa Rica), Fakhry Ratrout (Palestina).

Fue un honor compartir la misma mesa, y pasar gran parte de día con ustedes y con los demás poetas invitados, ojalá algún día nos encontremos en algún otro lugar.

Me gustaron todos los escritos leídos por mis compañeros, para dar una muestra de lo que se leyó en esa mañana, glosaré la traducción de uno de los poemas de Kristian Guttesen:

Crimen Número Nueve

“Me han tratado de ladrón y me han dicho de imprudente y carne de patíbulo.
Esa gentuza dice que mis poemas son feroces
y me acusan de propinar golpes gratuitos en contra de seres sensatos.

¿Sabes a dónde nos llevará esto?

En algún lugar de la noche, un poeta, tendido, se muere, y sus poemas se matan.

La tristeza habita la dulzura de tus ojos.
No deberíamos separarnos así.

Me vuelvo un desvergonzado para sobrevivir como poeta y le declaro la guerra a la fraternidad.

Mi hermano, el asesino
después te quedas tendido respirando a un palmo de mí.
Me quedo tieso al mirar fijamente tal vez un punto en las tinieblas del infierno.

Lo que queda de mi vida avanza
otro momento y mientras me vas traspasando
pienso afligido que la tristeza habita la dulzura de tus ojos
No deberíamos separarnos así ”