Despierto y me masturbo pensando en ti. Cuando eyaculo en mis sabanas, me doy cuenta que tengo el semen gris. Me desnudo frente a la ventana antes de bañarme, sólo para darle los buenos días a la vecina y devolverle el favor de prestarme su cuerpo en sueños, después de bañarme me bebo una taza de café, mi dolor de cabeza está a punto de llegar a los 451 grados Fahrenheit. Aún así, dedico la mañana completa a leer un libro del que se emborronan las letras cuando me quito los anteojos. Luego, escribir el guión de una película que no se filmará nunca. Al mediodía veo las noticias, mientras almuerzo una argamasa que parece vomito de perro. Pienso en que no me sentiría tan solo si al menos tuviera un gato, o talvez un saco para golpear.
Sigo comiendo mi vomito, sigo pensando en ti. Después de la comida viene la película de la tarde. Voy hasta el cinema, hoy toca una de Tarantino, se ve prometedora. Cuando salgo del cinema veo a las muchachas del brazo de sus novios y me da rabia, siento unas ganas intensas de molerlos a golpes.
Me paro en una de las terrazas del centro comercial y veo como la tarde se va a la mierda. Por la noche, cuando los enamorados se dan cita en los bares y cafés, camino solo por las calles apestadas de putas… pensando en ti. Enciendo un cigarrillo, sólo para hacerme creer que existo, fumo, y de mi boca emergen fantasmas que se confunden con el relente de la calle. Cuando llego a mi habitación, la puerta es una boca enorme ansiosa de tragarme, me quito los zapatos y me desnudo sin más. Entrego mi cuerpo cansado al remedo de lápida que algunos llaman cama. Y termino otro día de nada.
Sigo comiendo mi vomito, sigo pensando en ti. Después de la comida viene la película de la tarde. Voy hasta el cinema, hoy toca una de Tarantino, se ve prometedora. Cuando salgo del cinema veo a las muchachas del brazo de sus novios y me da rabia, siento unas ganas intensas de molerlos a golpes.
Me paro en una de las terrazas del centro comercial y veo como la tarde se va a la mierda. Por la noche, cuando los enamorados se dan cita en los bares y cafés, camino solo por las calles apestadas de putas… pensando en ti. Enciendo un cigarrillo, sólo para hacerme creer que existo, fumo, y de mi boca emergen fantasmas que se confunden con el relente de la calle. Cuando llego a mi habitación, la puerta es una boca enorme ansiosa de tragarme, me quito los zapatos y me desnudo sin más. Entrego mi cuerpo cansado al remedo de lápida que algunos llaman cama. Y termino otro día de nada.
3 comentarios:
wua!!! que paso amigo del inframundo...te siento mas abajo que de costumbre...acuerdate que yo le he pagado primero a caronte...
¡Vaya! Interesante texto!...No es
para nada descabellado...suele
pasar a menudo!...Desde luego...
Un abrazo.
Beleth, compañera del inframundo:
Habando de Caronte, estuve en su barca hace poco. Te manda saludos.
Está bonita la foto de tu perfil. (Pensé que te habías enojado conmigo)
Calamada:
Es un gusto tenerte por aquí. Gracias por tus críticas. Siempre que tú quieras, ven a visitarme: Mi casa está abierta para ti.
Un abrazote en la distancia para ambas, y saludos fraternales.
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