Me ufano de la amistad que comparto con el autor de estas fotos, quién es un joven de mucha inteligencia y talento. Estas fotos fueron tomadas por iniciativa mía hace más de un año, en una visita que hiciéramos los dos al Cementerio General Santa Isabel de nuestra ciudad. Julio González Erazo además incursiona en las artes escénicas, rama del arte que le ha dado muchas satisfacciones, de él son conocidos sus famosos monólogos, entre ellos, la adaptación a teatro del cuento del escritor chileno Ramón Grifero: La santidad; González Erazo es creador del personaje Boicot, un mimo que busca el amor de las mujeres bonitas, pero es mal correspondido. 
Si hay titulo bajo el cual podríamos denominar esta trama de fotos, creo que ese sería el lacónico: ÁNGELES, pues era lo que precisamente Julio y Yo buscábamos fotografiar aquella tarde de diciembre:
Vida.
Silencio… 
Lagrimas… 
Caída…
Soledad.
Si hay titulo bajo el cual podríamos denominar esta trama de fotos, creo que ese sería el lacónico: ÁNGELES, pues era lo que precisamente Julio y Yo buscábamos fotografiar aquella tarde de diciembre:
Vida.Silencio… Lagrimas… Caída…Soledad. 
4 comentarios:
Que interesante y felicidades a ambos. Se que si hacen mas cosas juntos podrían sorprendernos con un torrente de emociones y de inquietudes estéticas. Ánimo compañeros.
parece que estas fotos viven en el infinito, la que mas me gusta es la de lagrimás, lastima que Erazo es muy presumido, por eso no se lleva con migo, el trabajo es grandioso.
Queridos míos: Es un gusto tenerlos por aquí, me agradan las visitas de gente tan importante, y sus críticas siempre van a ser bien recibidas. Sepan de antemano que LUZ BELLA AVERNI siempre tendrá las puertas abiertas para ustedes.
Hola, creo que tenemos que aprovechar las herramientas que este consumismo nos proporciona, no para banalizarlas sino para fijarnos en detalles que están a nuestro alrededor, dond sólo gente, como Ronald, con un sensibilidad de ver cosas fuera de lo común en cosas que para la mayoría son banales: él fue el que insistió que fueramos al cementerio. Así que gracias a Ronald, por su sensibilidad.
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