
Declaro mi preferencia por los blogs, son más profundos, son para gente que si escribe.
Así que un día estaba rascándome la panza, frente al ordenador, sin poder escribir nada, y me dije: “que aburrido, he entrado en la menstruación del escritor (como dice mi amigo Rodrigo Yáñez) ¿qué hago?… ¿creó una cuenta en facebook? ¿Por qué no?” Así que entré a una plataforma tan sobria y despersonalizada… SIMPLE! (quiero que esto suene a decepción). Después agregué: “que feo es facebook…”
Odio facebook, pero hoy he caído… aunque no todo es malo, lo rescatable es que podré publicitar mi blog desde ese espacio.