(Autos sacramentales: La vida es sueño, El gran teatro del mundo)
Ronald Orellana (L. B .A).
Los autos sacramentales y las comedias religiosas, fueron dos subgéneros teatrales que caracterizaron al dramaturgo español Pedro Calderón de la Barca. Entre los primeros podemos enumerar: La devoción de la misa; La estatua de Prometeo; El veneno y la triaca; ¿Quién hallara mujer fuerte?; La vida es sueño (auto sacramental) y El Gran teatro del mundo, siendo estos dos últimos los que nos interesan para esta ocasión.
Entendemos por autos sacramentales a toda representación dramática y alegórica que toma como íntertexto pasajes de la Biblia, dichos pasajes son representados agregando variantes, que en la mayoría de los casos se alejan de sus versiones originales. (1) Lo anterior se aplica al caso de la vida es sueño, que es un auto sacramental del mito cosmogónico del Génesis, donde se observa que hay una clara separación de la versión original tomada de la Biblia.
En un principio pensamos que esta subcategoría, era empleada en esa época para la evangelización de las clases populares. Si revisamos las locaciones de su representación, vemos que estos autos eran montados en las plazas públicas, eso hacia que, en una localidad donde la plaza es el centro social de sus habitantes, se acercara la representación artística con un fin: evangelizar, ya que el contenido de estas muestras teatrales es altamente religioso.
Además se observa el carácter sincrético de estas realizaciones culturales pues, es de todos sabido, que una característica propia de la religión Católica es el cimentarse en prácticas paganas, para permear en las culturas no cristianas, asimilando sus elementos y apropiándose de ellos.
Otro dato importante es su contenido alegórico, utilizando utilería que nos atrevemos a llamar: carnavalesca, pues, en la descripción de los carros se observa que contaban con una cantidad de adornos, que los hacían vistosos a los ojos del público. Así en La vida es sueño, los cuatro carros que representan a los cuatro elementos, poseen adornos, que dan referencia de animales y objetos relacionados con ellos, por ejemplo: El carro que le corresponde al cielo, esta adornado con estrellas y signos del zodiaco; El que pertenece al agua, se adornaba con peces; El del elemento el fuego con una salamandra.(2)Etcétera.
En el primer acto de La vida es sueño, se nos presenta un conflicto entre los cuatro elementos: el Agua, el Aire, el Fuego y la tierra luchan por declarar un líder, son sorprendidos en su pugna por el Poder, quien representa a Dios creador, este los exhorta a que se unan para formar al Hombre, éste Dios, es el mismo uno y trino de la cosmovisión Judeo-cristiana, padre hijo y espíritu santo, a quienes les adjudica los nombres de Poder, Sabiduría y Amor, respectivamente. Los anteriores entran en antagonismo con: La Sombra (que es la serpiente del libro del Génesis); El Pecado, El Albedrío y Príncipe (Lucero, quien personifica a Satanás). El centro del conflicto se basa en el Hombre, la corriente de personajes malignos trata de perjudicarlo lográndolo en su determinado momento, donde se hace alusión al pecado de apostasía cometido por Adán y Eva en una forma muy original:
SOMBRA.
…[Al Hombre] toma esta dorada poma.
Si una vez su sabor gustas,
Veras que no solamente 1160
En ti mis ciencias infunda, (sic)
Pero que inmortal te haga
Para que no puedas nunca,
Igualándote al poder
del Rey, perder de esta augusta 1165
majestad la acción que hoy
no puedes decir que es tuya.
Del tiempo que allá en la tierra.
te oculto, venga la injuria;
come, y como rey serás 1170
eterno, edades futuras.(3)
Si observamos este fragmento, claramente lo podemos asociar con el Capitulo 3, del Libro del génesis, donde la serpiente exorta a Eva a comer de la manzana del árbol de la ciencia del bien y el mal:
La serpiente era la más astuta de todos los animales del campo que Yahvé había hecho, y dijo a la mujer:<< ¿Es cierto que Dios les ha dicho: no coman de ninguno de los árboles del jardín? >> La mujer respondió: <>
La serpiente replicó: <<>>La mujer vio que el árbol era apetitoso, que atraía a la vista y que era muy bueno. Tomo de su fruto y comió y se lo pasó enseguida al marido, que andaba con ella, quien también comió. (4)
A nuestro juicio la idea central de este auto se encuentra enmarcada en los siguientes versos:
ENTENDIMIENTO.
Mira 1180
Que quizá en el aire infundas
Altas torres, y que suelen
Ser soñadas las venturas;
y podrá ser, si despiertas,
que entre fantasmas confusas 1185
todo esto vuelva a la nada.(5)
Al final de la historia, el Hombre es redimido por La Sabiduría (Dios Hijo) en un enfrentamiento contra Príncipe y Sombra.
Una crítica a esta exposición del dramaturgo, podría ser que existe ambigüedad en la persona del Príncipe, porque éste en algunas ocasiones es llamado: Lucero.
Por otro lado en El gran teatro del mundo, Calderón asigna nombres genéricos a sus personajes. Este auto es similar al anterior, presentando una cosmogonía de la creación. Solo que en lugar de centrarse en ese tópico su pretensión es más vinculado a presentar la condición humana.
Interactúan personajes con nombres genéricos: El Autor (Dios Creador), El Mundo, El Rey, El Labrador, entre otros. Los interlocutores interaccionan en una dialéctica de entes antagónicos que simbolizan clases sociales: El Pobre, El rico, y cualidades humanas: La Belleza, La Discreción, que fácilmente pueden ser agrupados en parejas.
En sus primeros versos, El Autor se encuentra en toda su omnipotencia creando el orbe, al Sacar de la nada al Mundo le asigna la tarea de ser escenario de una comedia donde los personajes son arquetipos humanos, se destacan los vicios y virtudes que pertenecen a su escensia, así el Labrador, se vive quejando de su condición miserable, al igual que el Mendigo; en cambio el Rico y el Rey se vanaglorian de sus pertenencias materiales; por otro lado la Hermosura se pavonea por su belleza física, mientras que La Prudencia se ocupa de un vida dedicada al servicio de Dios.
En un principio el Autor sostiene que el personaje que represente mejor su papel será invitado a un banquete en su presencia. Cada uno entra por una puerta que se encuentra en la derecha: La cuna, y sale por otra que esta a la izquierda: El Sepulcro.
Un claro intertexto que encontramos en alusión al génesis, es proporcionado por la figura del Labrador, quien en sus numerosas quejas, hace alusión al la condición de Adán en el momento de recibir la sentencia de Dios.
LABRADOR.
Seré mal trabajador.
Por vuestra vida…Señor,
Que aunque soy hijo de Adán
Que no me deis ese afán,
Aunque me deis posesiones,
Porque tengo presunciones
Que he de ser grande holgazán.(6)
O en este otro ejemplo:
LABRADOR.
Ésta es la herencia de Adán.
Señor Adán bien pudiera,
Pues tanto llegó a saber,
conocer que su mujer
pecaba de bachillera;
dejárala (sic) que comiera
y no la ayudara él;
más como amante cruel
dirá que se lo rogó,
y así tan mal como yo
representó su papel. (7)
Ahora lo contrastamos con el ya citado capitulo 3, del génesis, donde en el versículo: 23 al 24, se encuentra enmarcada la sentencia del Hombre, recibida por Dios:
Por ello lo echó de la tierra del Edén, para que trabajara en la tierra de donde había sido formado. Y habiendo expulsado al hombre, puso querubines al oriente del Jardín el Edén, y un remolino que disparaba rayos, para guardar el camino del árbol de la Vida.(8)
Lo anterior es un claro ejemplo que el capitulo 3, del libro del génesis, aparece representado en una forma alegórica en estos dos autos sacramentales, siendo el mismo un intertexto, encontrado en la obra calderoniana. Esta conclusión nos da pie para sostener que los autos sacramentales eran un medio para evangelizar a las masas.
NOTAS.
[1] Para más información acerca la representación del auto sacramental, ver la definición propuesta por Eduardo González Pedroso, en el trabajo: Los autos sacramentales, Definiciones y orígenes, de Luís Emilio Romero, Universidad Arcis, Santiago de Chile. Cátedra de historia y cc. Sociales. Encontrado en el sitio:
http://www.monografias.com/trabajos22/auto-sacramental/auto-sacramental.shtml#biblio.
[2] Calderón de la Barca, La vida es sueño (auto sacramental), RBA editores, 1ª edición, Barcelona. 1997: Ver nota con respecto a “Memoria de las apariencias”, encontrada en la página: 134, del auto sacramental en cuestión.
[3] Calderón de la Barca, La vida es sueño (auto sacramental), RBA editores, 1ª edición, Barcelona. 1997, página: 175, versos del 158- 171.
[4] Biblia: Génesis capitulo 3, versículos del 1-6, en la versión de Ediciones Paulinas, 13ª edición, Madrid España, 1972. Texto integro traducido del hebreo y del griego.
[5] Calderón de la Barca, Ob. cit. Pagina: 176.
[6] Calderón de la Barca, El gran teatro del mundo, Espasa-Calpe, Colección Austral. Página: 109. Madrid España
[7] Calderón de la Barca, Ob cit, página: 115.
[8] Génesis, capitulo 3, versículo 23-24. En Biblia citada.
BIBLIOGRAFIA.
Física:
Calderón de la Barca, El gran teatro del mundo, Espasa-Calpe, Colección Austral. Página: 109. Madrid España. 1976.
Calderón de la Barca, La vida es sueño (auto sacramental), RBA editores, 1ª edición, Barcelona. 1997.
Biblia: Génesis capitulo 3, versículos del 1-6, en la versión de Ediciones Paulinas, 13ª edición, Madrid España, 1972.
Virtual
Los autos sacramentales, Definiciones y orígenes, Luís Emilio Romero, Universidad Arcis, Santiago de Chile. Cátedra de historia y cc. Sociales. Encontrado en el sitio:
http://www.monografias.com/trabajos22/auto-sacramental/auto-sacramental.shtml#biblio.
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