Ya me he abocado a la autoridad de
otros autores, por ejemplo: Horacio Quiroga y Augusto Monterroso, para publicar
con anterioridad sus famosos “DECÁLOGOS”. Durante todo este tiempo he reunido
una serie de reglas a las cuales quiero supeditarme: he aquí mi propuesta. No
quiero con esto aleccionar a nadie: simplemente este decálogo es una serie de normas
bajo las que quiero regirme, sí a alguien le sirve, puede tomar también como
suya esta propuesta.
I
Jamás feches tus narraciones.
II
Busca buenos maestros, tanto escritores
vivos como muertos.
III
Busca una persona de buen criterio
que sea de tu entera confianza para que te de una opinión acerca de tus
escritos; que sea alguien sincero, que no te vanaglorie ni te desacredite con
malas intenciones.
IV
Dale a tus textos tiempo para que
maduren. Nunca ofrezcas a ningún lector textos que hayan sido escritos
recientemente.
V
Evita en la medida de lo posible
los lugares comunes. Si no puedes escapar de ellos, intenta lo más que puedas
alejarte del tratamiento que otros con anterioridad les hayan dado.
VI
No meterse en terrenos que no
dominas completamente: investiga a profundidad si vas a escribir narraciones
que versen sobre ciertos temas o épocas.
VII
Evita que tus personajes sean un
alter ego tuyo.
VIII
Disfruta del oficio aún con las
desavenencias que tengas. Toda vivencia, por patética o gloriosa, te sirve como
insumo para tus narraciones.
IX
Procura leer todos los días sin excepción.
X
No tengas prisa en publicar, pero
mantente escribiendo siempre. No le tengas miedo a la página en blanco.
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