XVI
La entrada abastecida de
cuerpos.
Grita el viejo pegajoso:
Empujen que si no, nos dejan.
Una hilera de hormigas
apretujadas. Tráfico.
El anciano les cede el lugar
a la madre y su bebé.
El hermano mayor al anciano.
La joven al hermano mayor.
La joven es leve como su
cuerpo dócil
su cuerpo llamándome
promiscuo.
La joven desaparece.
El hermano mayor cede su
lugar a la señora.
El menor a la mujer.
La chica embarazada vaga
entre rostros.
La otra joven es niña
tiene falda de colegio
pelo corto, es hermosa.
El poeta la mira
la nombra en su oscurantismo
la otra joven tiene ojos
cafés
como la tierra que la trajo
el poeta la trafica con los
sueños.
La otra joven avanza,
roza el hombro del poeta con
su cadera,
El poeta asiente,
la otra joven se pierde
entre los rostros.
Los cuerpos aprietan,
los hermanos se pierden
la señora se desliza,
los otros se apresuran,
las otras se sientan,
la joven embarazada llega a
su asiento.
El poeta se baja,
la otra joven prematura.
El poeta desea su espalda,
la nombra, la suspira,
está a 10 metros en su
cuello
el viaje de 20 minutos se
apaga siempre
con un simple recuerdo.
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