A Karla...
que el de tus ojos cerrados.
Cómo puedes negarle al mundo el claro resplandor de tus dientes?
Beso tus omóplatos,
siento el olor salvaje
que emana de tu cabello suelto.
Tu ombligo es fuente inagotable
donde gaviotas descienden a descansar.
Mientras duermes,
las estrellas bajan de tu cuello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario