jueves, 17 de abril de 2014

ABRIL: MES PARA LA MUERTE DE DOS NOBELES


El gran tema sin duda es el reciente fallecimiento de Gabriel García Márquez, pero, si revisamos un poco, podemos darnos cuenta que Gabo muere a sólo dos días de la fecha de conmemoración del fallecimiento de otro Premio Nobel: Octavio Paz. ¿Será que abril es un buen mes para la muerte de un Nobel? Y mucho más si es un Nobel latinoamericano. No es una coincidencia que tenga mucho acierto, pues otros dos Nobeles como Neruda y Mistral murieron en fechas disimiles. Pero la coincidencia de ambas muertes me recuerda aquella idea disgregada en gran parte de la obra de  otro notable, que no ganó el Nobel pero, según mi humilde punto de vista si lo merecía, Borges: el maestro argentino sostiene que la muerte hace contemporáneos a los escritores. El tiempo los conservará juntos, como contemporáneos y los disecará en la memoria mágicamente.
 
De Octavio Paz sólo puedo decir que admiro su vasta obra de carácter académico, pues sólo había tenido la oportunidad de revisar ese rubro hasta hace pocos meses, ya que últimamente me he visto en la necesidad de estudiar su obra poética. Sería un hipócrita si objetará que hasta la fecha su poesía me ha tocado, sinceramente eso espero, y eso es lo que busco en mis recientes lecturas de Paz en dicho género. Resumiendo: Paz, escritor que admiro por su erudición. Por mi gusto por el género narrativo me he sentido más tocado por García Márquez; para mí, Gabo, entre todas las cosas que le legó a la literatura, dio vida a un sinfín de personajes que traían en su esencia una nota común: jamás pierden la esperanza en algo, por muy transcendental o muy absurdo que sea. Esos personajes, tan vívidos, guardan una admirable dignidad.

A ambos, Paz y García Márquez, compañeros de oficio, la muerte los ha cruzado hoy en el tiempo, como una, al fin y al cabo, alegre ironía.



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